lunes, 11 de febrero de 2019

Y sí se casó



Hace muchos años tuve un compañero de trabajo que también era mi amigo. Éramos inquietos y algo bohemios. De él me agradaba lo que escribía y su sentido del humor. Mi amigo era algo tímido y en general me agradaba su amistad, platicar con él. Cuando coincidimos en aquel trabajo tenía ya años de saber de su existencia y más adelante, de tratarlo.

En aquella chamba teníamos una jefa. Una mujer en sus cuarenta pero con una trayectoria de al parecer más de 20 años en su área. Mujer independiente que se sabía atractiva. Muy profesional ella.

Un día, por aquellos años, mi amigo anunció que se casaría. Esto que sigue me lo contó él en tiempos recientes. Me dijo que nuestra jefa lo cuestionó acerca de su razón para casarse y le hizo el comentario de que no lo hiciera, asumiendo que sería, supongo por lo que ella interpretaba de la forma de actuar de mi amigo, un matrimonio de muy corta duración. Y para qué hacer la maldá. Esa charla de recomendación para mí reveló más de ella que de él. Pero el caso es que mi amigo contrajo matrimonio en una fecha que aún recuerdo con exactitud.

También en ese tiempo, cuando se casaron, mi amigo no había tenido antes pareja que yo conociera ni tenía mucha estabilidad en lo laboral —poco después de aquel trabajo lo despidieron— y no tenía, claro, según mi opinión, mucho carácter para insistir por un buen trabajo. Quizá nuestra jefa hizo aquella sugerencia porque lo veía bohemio pero en edad de corregir el camino o al menos no hacer un cagadero. En fin. El caso es que se casaron.

Lo que son las cosas. Mi amigo tiene casi 15 años de casado y ambos tienen una niña muy hermosa. Tiene la forma de cara de él, pero unos ojazos claros. Es como su papá nomás que en bonito. Se ve que se adoran y me gusta verlo cuidarla, jugar sus juegos, leerle, comentar sus anécdotas con ella. Supongo que ninguna relación que valga la pena es fácil, pero mi amigo lleva muchos más años casado —y subrayo casado, no en unión libre— que la mayoría de la gente que conozco de mi época de juventud.

En esto de las parejas no se sabe, lo mejor es no hacerse expectativas de nadie y dedicarse cada quien a lo suyo. Aunque ya no tengo trato con él, me da mucho gusto que mi compa haya formado una familia y que sigan juntos.