Este viernes 24 de enero cumplió 80 años Gabriel
Zaid. Para quienes no lo conocen, déjenme decirles que no lo
reconocerán fácilmente, pues el autor regiomontano tiene la dudosa
costumbre de no tomarse fotografías. “Mi rostro son mis líneas”,
dijo alguna vez, y lo ha cumplido, pues no aparece en entrevistas ni
presentaciones, sencillamente se dedica a escribir y a ejercer la
crítica.
Para algunos es un muy buen poeta, para
otros es un extraordinario ensayista, lo cierto es que es raro
encontrar a una persona en este país que tenga intereses tan
diversos y con enfoques originales como lo ha hecho Zaid a lo largo
de más de cinco décadas.
En otras palabras, no es común
encontrar a alguien con tanta independencia del poder, que sea
ingeniero (egresado del Tec de Monterrey en 1956), que sea poeta y
que mantenga un alto nivel de rigor crítico en sus postulados.
Enrique Serna lo comenta así en su Genealogía
de la
soberbia intelectual:
“Destaca
la gran amplitud de su curiosidad intelectual, que lo ha llevado a
combinar con excepcional agudeza las disciplinas utilitarias y las
bellas letras. Es muy raro que un poeta de primera línea sea además
un economista original y accesible al gran público.
Una
de las cosas que más se le agradecen a Zaid es que, como lo han
dicho otros, escribe “para un igual”. Yo en lo personal le
agradezco que se exprese en lenguaje claro, sencillo y directo. Pero
cuyas ideas en algunas ocasiones me han desconcertado, incluso
irritado. Y ni hablar. Es duro reconocerlo.
En
su libro De los libros al poder, analiza cómo la clase universitaria
en algún momento del periodo posrevolucionario, ascendió al poder e
impuso su sello. Del mismo modo desemenuza sin miramientos cómo los
ideales se evaporan y los revolcionarios se perpetúan en el poder,
no sólo los de México; habla de Cuba, Nicaragua... agarra parejo.
Se
le podrá tildar en ocasiones de ingenuo, pero no se lo podrá
señalar de que hable a la ligera. Debe ser muy difícil ser
adversario de Zaid porque siempre muestra los pelos en la mano.
Por
fortuna aún está entre nosotros ese ingeniero mecánico
administrador, poeta y un curioso tanto del internet como de la
cultura y la política. Debe ser gozoso para él llegar lúcido a los
80, lo que debe ser una pesadilla, sacando cuentas, es vivir en el
presente sexenio.
yadivia@hotmail.com