A veces se habla de que los hombres renunciemos a ciertos privilegios que nos otorga la socidad de manera automática e injusta por el solo hecho de ser varones, blancos, heterosexuales y sin discapacidad. La idea es buena, sin duda ayudaría. Sólo objeto que hay privilegios a los que uno simplemente, aunque lo desee, no podría renunciar.
O ¿cómo renuncio al grandísimo privilegio de no sufrir acoso callejero en función de mi género?
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