Aquí, parte de la historia de la línea aérea en la aviación nacional; hoy a un paso de la quiebra.
Martín Hernández y Jorge López El Universal.
A sus 89 años de existencia, Mexicana de Aviación se encuentra a un paso de su extinción, tras cargar con excesivos costos laborales, y una mala administración del que fuera su director general, Gastón Azcárraga. La aerolínea más antigua y prestigiada de América Latina está al borde de la quiebra y se ve difícil la solución, afirman especialistas del sector aéreo.
Su historia inició el 12 de julio de 1921, cuando se fundó en el Distrito Federal la Compañía Mexicana de Transportación Aérea (CMTA), por Lloyd A. Winship, Harry J. Lawson y Elmer C. Hammond, con una flota de cuatro aviones Lincoln Standard de cabina abierta, capaces de transportar a un pasajero y 50 kilos de equipaje.
El 20 de agosto 1924 en la ciudad de Tampico con nuevos inversionistas (George L. Rihl, William Mallory, R.G. Piper y Carl V. Schlaet) constituyen la Compañía Mexicana de Aviación S.A. con un capital de 50 mil pesos oro nacional.
El 23 de enero de 1929 se vende CMA a Pan American Airways. La unión de ambas compañías favoreció su crecimiento y la internacionalización de CMA. Y en marzo del mismo año inauguró su primera ruta internacional México-Tuxpan-Tampico-Brownsville, en un avión Ford Trimotor.
En los años 30 se inician servicios a las capitales de El Salvador, Costa Rica y Cuba, así como a la ciudad de Los Ángeles, California, a la cual arribaba como la primera y única aerolínea extranjera.
En la década de los 40 adquieren nuevos equipos e inauguran el servicio México-Monterrey, con aviones Douglas DC-2. Además del servicio de México a La Habana y vuelos nocturnos a Mérida y Los Ángeles. Y se incorporó el avión que haría leyenda: el bimotor Douglas DC-3 que contaba con los mayores avances de seguridad y tecnología, como fue el piloto automático en la aviación comercial mexicana.
Prosperidad y luego la quiebra
Para la mitad del siglo XX, en 1950, la firma se caracterizó por contar con una gran prosperidad económica. Entraron en servicio los aviones Douglas DC-6, los primeros con cabina presurizada. Nacen los Tours Todo Pagado, antecedente de los VTP´s, Y se crea la Escuela para Sobrecargos de CMA, cuya función es el desarrollar las habilidades para el manejo y control de situaciones de emergencia.
En los años 60, el periodo fue difícil para CMA, al enfrentar la competencia de aerolíneas nacionales y extranjeras, así como una difícil situación económica que estuvo a punto de llevarla a la quiebra en 1967, lo que obligó a la compañía a realizar cambios drásticos en su administración y nuevas estrategias comerciales, lo que permitió un desarrollo sin precedente en las compañías aéreas latinoamericanas, considerado como milagroso por los especialistas del ramo.
En julio de 1960 entra a la era del Jet con el vuelo entre el Distrito Federal y Los Ángeles, al adquirir tres aviones Comet 4C a Inglaterra, y recibió sus primeros trirreactores Boeing-727, y aumentó así los vuelos hacia Estados Unidos.
En 1968 se recompraron las acciones en poder de Pan American y se convirtió a Mexicana en una empresa con capital y con inversionistas netamente mexicanos.
Desastre en el Cerro del Fraile
El primer gran desastre aéreo lo sufrió el 4 de junio de 1969, en su aproximación final a la ciudad de Monterrey, Nuevo León. El vuelo 704 de Mexicana de Aviación, un Boeing 727, se desplomó en el Cerro del Fraile, llevaba 79 personas a bordo, ninguna sobrevivió.
Al inicio de la década de los 70, CMA fue considerada como la primera Línea Aérea de Latinoamérica. Por primera vez en su historia, transportó más de tres millones de pasajeros en un año. En enero de 1979 inauguró la Base de Mantenimiento México, considerada en ese entonces la más grande de AL.
Los años 80’s también fueron difíciles pero continuó la expansión. En julio de 1981, se incorporó a la flota el avión McDonnell Douglas Jumbo DC-10 serie 15, con capacidad para 315 pasajeros.
En 1982, el gobierno compró 54% de las acciones de la empresa, iniciando una época de operaciones con capital mixto.
En 1984 CMA estrena oficinas centrales con la construcción de la Torre de Mexicana, en su momento la tercera más alta del país.
Otro fatal accidente ocurrió el 31 de marzo de 1986, cuando el Boeing 727 de Mexicana, del vuelo 940, programado con escalas entre el DF y Los Ángeles, se estrelló cerca de Maravatío, Michoacán, en la Sierra Madre Occidental, donde murieron sus 166 tripulantes.
En la década de los 90, con la conformación del Grupo Falcon, CMA regresa a manos de la IP e inicia una campaña de transformación de imagen y adquisición de equipos.
En los primeros tres años de la década llega el Airbus A-320 de fabricación francesa y los Fokker-100 de manufactura holandesa.
En 1994, la banca capitalizó pasivos de Mexicana por más de 507 millones de dólares. En 1995 se creó Cintra, luego de la severa crisis por la que atravesaron las aerolíneas mexicanas tras la debacle económica del país. Por ello, en septiembre de 1999, el IPAB compró la participación de Serfin en Cintra, por 515.7 millones de pesos, con los que el IPAB se convirtió en el accionista mayoritario, con 46.45 %. Antes de verse presionado por la banca extranjera para sanear a los bancos, el IPAB sólo controlaba 6% de Cintra.
A mediados de los 90 integra a su flota el primer avión Boeing 757, formaliza su alianza con United Airlines y Lufthansa, inicia los vuelos en código compartido, y establece el servicio de clase ejecutiva.
La línea oficial del Papa
En 1999 Mexicana es elegida por Juan Pablo II, como la aerolínea oficial para su traslado de México a San Luis Missouri. En ese año se consolidan las alianzas con Air Canada, Varig y Air New Zealand.
En el nuevo milenio
Al inicio del nuevo milenio, Mexicana consolida su participación de globalización con su incorporación a Star Alliance, la cual concluyó en noviembre de 2003. Además supera la cifra de ocho millones de pasajeros anuales en sus 800 destinos.
En 2001 Mexicana se ha unido a diversas asociaciones, entre las que destaca Western Union en Estados Unidos y Canadá. Se creo también la alianza con MasterCard Internacional, en el Programa de Viajero Frecuenta de Mexicana. Y en el 2003 CMA inicia operaciones en código compartido con Copa Airlines, líder del mercado.
En 2002, 2003 y 2004 Mexicana recibe el distintivo de Empresa Socialmente Responsable otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI).
En 2004 CMA firmó convenios bilaterales con American Airlines e Iberia. Además sustituye los equipos Fokker 100 por Airbus A318. Con esta compra se convirtió en la primera línea aérea de América Latina en operar este tipo de avión y la edad promedio de su flota de aviones pasó a ser de sólo seis años.
El 16 de diciembre de 2005, un grupo de accionistas encabezado por Gastón Azcárraga, presidente de Grupo Posadas, se convirtió en propietario del 100% de los títulos de Mexicana de Aviación, así como de la aerolínea de bajo costo Click, del 50% de la empresa de reservaciones SEAT, de 50% de la aerolínea de carga Aeromexpress, del 50% de Alas de México, de 50% de la compañía Turboreactores y de la mitad de la compañía de reservaciones Sabre. Por 165.5 millones de dólares, pasivos por 294 millones de dólares, y 997 millones de dólares por arrendamiento de aviones (72), lo que da un total de mil 456 millones de dólares.
El esquema de venta que estableció Cintra y el agente vendedor Credit Suisse, generó enfado y dudas entre los participantes del mercado de valores, ya que para los analistas bursátiles no se debió de tomar en cuenta los 997 millones de dólares por arrendamiento de aviones, y para los analistas esto fue considerado como una grave pero intencionada equivocación, al convertir un costo de operación en un pasivo.
Esto generó entre los intermediarios bursátiles sorpresa cuando se decidió vender en cuatro pesos por acción de Mexicana, en tanto que tres meses antes las acciones de Cintra se cotizaban en ocho pesos.
Todo se armó de tal forma que el Grupo Financiero BBVA Bancomer, que contaba con asientos en el Consejo de Administración de Cintra, al poseer 14% del capital. No se esperó a conocer los resultados de la venta de Mexicana y logró vender sus participación accionaria en ocho pesos por acción.
El convenio con sindicatos
Con el objeto de hacer más eficiente y rentable a CMA el 18 de enero de 2007, se firmó un convenio con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación y Servicios Similares, SNTTTASS, el cual modifica y flexibiliza las condiciones laborales de los trabajadores de tierra a favor de la productividad, ya que estas no habían sido adaptadas desde hace más de 15 años.
En 2007, la nueva administración dio un giro en la estrategia de la compañía, dando un mayor peso a su línea aérea de bajo costo Click en el mercado nacional. Y a CMA se enfoca a los destinos internacionales. Además venden la Torre de Mexicana por 40 millones de pesos.
En diciembre de 2009 la administración de CMA que encabezó Gastón Azcárraga, crea la compañía Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA), y se asegura de que las 213 marcas, 26 aviones y 10 solicitudes de registro de Mexicana quedaran bajo su control, al inscribirlas en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
sábado, 28 de agosto de 2010
viernes, 27 de agosto de 2010
domingo, 22 de agosto de 2010
Tres niños desaparecidos de un albergue de Monterrey
(La gente de Milenio me publicó este reportaje que tenía algún tiempo pendiente por salir. Es relevante porque los tres pequeños aún no aparecen y diversas organizaciones como Alternativas Pacíficas y CADHAC han estado trabajando muy duro en el caso y exigiendo a las autoridades que las investigaciones den resultados concretos.)
***
La Iglesia Cristiana Restaurada, involucrada en el tráfico de menores a través de la organización Casitas del Sur, está también detrás de la desaparición de tres menores en un centro de integración familiar de Monterrey.
Por Gerardo Ortega.
http://www.msemanal.com/node/2864
Representantes del DIF Nuevo León acudieron el 18 de diciembre del 2008 al Centro de Adaptación e Integración familiar AC (CAIFAC), en San Nicolás de los Garza. Dos semanas antes, familiares de tres niños habían interpuesto una denuncia por maltrato contra personal del albergue. Esa fue la última vez que alguien supo de los hermanos Adriana Guadalupe y Julio César Castañeda Bernal, y su prima Diana Lizeth Bernal Hernández. Ni la Procuraduría del estado de Nuevo León, ni el DIF, ni la Secretaría de Salud, que regula el funcionamiento de los albergues infantiles, han sabido responder a la pregunta que se hacen familiares y asociaciones civiles: ¿En dónde están Adriana, Diana y Julio?
En agosto de 2008, una de las niñas internadas, Brenda Hernández, escapó de las instalaciones de CAIFAC ubicadas en Avenida Cinco, número 839, en la colonia Hacienda Los Morales, en San Nicolás, y contó a su mamá del maltrato del que era objeto. Brenda, entonces de 12 años, declaró que era obligada, bajo amenaza de golpes, a realizar labores de limpieza en el albergue. “La niña tenía quemaduras y me dijo que la torcían de los brazos, la castigaban subiendo y bajando escaleras, y como la ponían a cuidar a los más chiquitos y a lavarles su ropa, pues no le quedaba tiempo de desayunar”, refiere la madre de la menor.
María Inés Bernal Hernández, madre de Diana, otra de las menores desaparecidas, recuerda que, años atrás, Patricia Murguía Ibarra, la directora de CAIFAC, le dijo que le dejara a la niña para darle cuidados y educación. Murguía ofreció regresar a la menor en el momento en que su madre quisiera. “No me dio buena espina y hablaba algo sobre un grupo de cristianos y yo no le quise firmar ningún papel”, recuerda la madre; de todas maneras le entregó a su hija. Cuando se dieron a conocer los maltratos que se infligían en esa casa hogar, ella y otros familiares solicitaron la entrega de los menores. Patricia Murguía Ibarra se negó rotundamente.
“NOS TRAEN DE UNA CASA A OTRA”
El primero de diciembre de 2008 las madres de los niños interpusieron la denuncia AP2554/08 en la agencia del Ministerio Público No.7 especializada en Justicia Familiar, a partir de la cual se giró una orden de aprehensión en contra de Murguía Ibarra por el delito de secuestro. En su declaración ministerial, la delegada de la Procuraduría del Menor y la Familia, Beatriz Eugenia García González, señaló que el 18 de diciembre ella y un equipo de sicólogas se presentaron en uno de los albergues de CAIFAC para revisar el estado de los niños motivo de la denuncia. La delegada declaró que, luego de la renuencia de los encargados del centro infantil para permitirles la entrada, una de las sicólogas entrevistó a los menores bajo la condición de que no fuera en privado. Al despedirse de los niños proponiéndoles verlos al día siguiente, el menor Julio César Castañeda Bernal contestó: “Pero no sé si podamos ir, porque no sabemos si vamos a venir a esta casa o a otra, a veces no nos traen”.
En abril del 2009 la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo el caso a través de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) bajo la línea de trata de personas, y giró una orden de aprehensión contra Patricia Murguía Ibarra, directora de CAIFAC. Bajo este argumento la Procuraduría de Justicia de Nuevo León suspendió la búsqueda de los niños aduciendo que el caso fue atraído por la Siedo y, luego de recibir la denuncia, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León emitió la recomendación 60/09 en un documento de 151 páginas al que M Semanal tuvo acceso, y donde se asienta que Minerva Siller Hernández y Beatriz García González, delegadas de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, “violan el derecho a la legalidad y a la seguridad jurídica, así como los derechos del niño, y se señala una prestación indebida del servicio público en perjuicio de Julio César Castañeda Bernal, Adriana Guadalupe Castañeda Bernal y Diana Lizeth Bernal Hernández”.
CASITAS DEL SUR
Fundada por el médico nuevoleonés Sergio Canavati Ayub, la Iglesia Cristiana Restaurada (ICR) ha estado detrás de la polémica organización Casitas del Sur en el DF y Cancún. En un video dado a conocer en internet (http://blip.tv/file/2434890/), Canavati Ayub, grabado con una cámara oculta, se dirige a un auditorio: “La gente seriamente comprometida, los que están dispuestos a luchar por el honor de Dios, por su pueblo, por su remanente, para que el movimiento que Dios ha levantado no muera como iba a morir Israel, para que el proyecto de las casas hogar no muera (…) donde Dios quiere defender la causa del pobre del afligido, del huérfano”. En ese imagende video Canavati Ayub intenta persuadir a sus seguidores de no devolver a los menores a sus padres, aun y cuando la autoridad lo pida, bajo el argumento de que los niños son abusados por sus progenitores: “Estos niños han sido objeto de prostitución, desde los seis años su padre los viola, pero ahora el departamento fulano de tal del gobierno equis o la asociación fulana nos los va a quitar para dárselos a sus padres”, dice. Canavati Ayub, junto a Jorge Erdely, es líder de la Iglesia Cristiana Restaurada también conocida como Los Perfectos. De acuerdo con información de la PGR, César Mascareñas de los Santos, capturado en Estados Unidos y deportado a México, colaboró en ocultar a menores de Casitas del Sur y en entregarlos a otros miembros de la Iglesia Cristiana Restaurada a fin de sacarlos del país.
Canavati Ayub es primo hermano del político Ricado Canavati Tafich, quien se ha deslindado del asunto, y tío de Elenitza Canavati, directora del DIF Nuevo León desde octubre pasado, quien no quiso ser entrevistada para este reportaje. Lo último que se supo de él fue que el 22 de abril de este año publicó una carta dirigida al presidente Felipe Calderón donde se queja del “linchamiento moral por sectores del clero católico y personas del gobierno de México”, así como de ser “víctima de una cobarde campaña de descrédito”.
NULOS RESULTADOS
A partir de la desaparición de los tres niños en diciembre del 2008, tanto familiares como organizaciones ciudadanas han pedido que las autoridades estatales o federales presenten con vida a los niños. También demandan que se garanticen la seguridad y bienestar de los infantes bajo el resguardo de los albergues. El ordenamiento no es nuevo: fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de noviembre de 1999 y su vigilancia corresponde a la Secretaría de Salud y a los gobiernos estatales en el ámbito que les corresponda, es decir, a las secretarías de Salud estatales.
El entonces director de Regulación Sanitaria reconoció que desde hace siete años encontraron en los albergues citados irregularidades y emitieron recomendaciones: “(Hay) falta de atención médica, la falta de evaluación al momento del ingreso de los menores, la falta de seguimiento y la falta de personal de enfermería”. Desde 2005 la Secretaría de Salud emitió una suspensión de actividades en contra de CAIFAC, que no se llevó a cabo cuando el albergue prometió corregir su modo de operar. Dos años después, en 2007, debido a que no se acataron las recomendaciones, la dependencia mandó llamar a Patricia Murguía Ibarra para que explicara la situación. Ella no se presentó.
El tres de febrero de este año, Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos y Alternativas Pacíficas, junto a las madres de los menores desaparecidos, se reunieron con el secretario General de Gobierno estatal, Javier Treviño Cantú, para pedirle que ofrezca una recompensa a quien dé informes sobre los niños. “No estamos enterados, pero vamos a revisar el caso”, les dijo Treviño Cantú. El 11 de abril, 16 meses después de la desaparición de los menores, el gobierno del Estado ofreció 120 mil pesos de recompensa por información sobre el paradero de Murguía Ibarra.
La Siedo continúa buscándola a ella y a Sergio Canavati Ayub y, a un año nueve meses de su desaparición, tampoco se sabe aún dónde están los infantes Adriana, Diana y Julio César.
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La Iglesia Cristiana Restaurada, involucrada en el tráfico de menores a través de la organización Casitas del Sur, está también detrás de la desaparición de tres menores en un centro de integración familiar de Monterrey.
Por Gerardo Ortega.
http://www.msemanal.com/node/2864
Representantes del DIF Nuevo León acudieron el 18 de diciembre del 2008 al Centro de Adaptación e Integración familiar AC (CAIFAC), en San Nicolás de los Garza. Dos semanas antes, familiares de tres niños habían interpuesto una denuncia por maltrato contra personal del albergue. Esa fue la última vez que alguien supo de los hermanos Adriana Guadalupe y Julio César Castañeda Bernal, y su prima Diana Lizeth Bernal Hernández. Ni la Procuraduría del estado de Nuevo León, ni el DIF, ni la Secretaría de Salud, que regula el funcionamiento de los albergues infantiles, han sabido responder a la pregunta que se hacen familiares y asociaciones civiles: ¿En dónde están Adriana, Diana y Julio?
En agosto de 2008, una de las niñas internadas, Brenda Hernández, escapó de las instalaciones de CAIFAC ubicadas en Avenida Cinco, número 839, en la colonia Hacienda Los Morales, en San Nicolás, y contó a su mamá del maltrato del que era objeto. Brenda, entonces de 12 años, declaró que era obligada, bajo amenaza de golpes, a realizar labores de limpieza en el albergue. “La niña tenía quemaduras y me dijo que la torcían de los brazos, la castigaban subiendo y bajando escaleras, y como la ponían a cuidar a los más chiquitos y a lavarles su ropa, pues no le quedaba tiempo de desayunar”, refiere la madre de la menor.
María Inés Bernal Hernández, madre de Diana, otra de las menores desaparecidas, recuerda que, años atrás, Patricia Murguía Ibarra, la directora de CAIFAC, le dijo que le dejara a la niña para darle cuidados y educación. Murguía ofreció regresar a la menor en el momento en que su madre quisiera. “No me dio buena espina y hablaba algo sobre un grupo de cristianos y yo no le quise firmar ningún papel”, recuerda la madre; de todas maneras le entregó a su hija. Cuando se dieron a conocer los maltratos que se infligían en esa casa hogar, ella y otros familiares solicitaron la entrega de los menores. Patricia Murguía Ibarra se negó rotundamente.
“NOS TRAEN DE UNA CASA A OTRA”
El primero de diciembre de 2008 las madres de los niños interpusieron la denuncia AP2554/08 en la agencia del Ministerio Público No.7 especializada en Justicia Familiar, a partir de la cual se giró una orden de aprehensión en contra de Murguía Ibarra por el delito de secuestro. En su declaración ministerial, la delegada de la Procuraduría del Menor y la Familia, Beatriz Eugenia García González, señaló que el 18 de diciembre ella y un equipo de sicólogas se presentaron en uno de los albergues de CAIFAC para revisar el estado de los niños motivo de la denuncia. La delegada declaró que, luego de la renuencia de los encargados del centro infantil para permitirles la entrada, una de las sicólogas entrevistó a los menores bajo la condición de que no fuera en privado. Al despedirse de los niños proponiéndoles verlos al día siguiente, el menor Julio César Castañeda Bernal contestó: “Pero no sé si podamos ir, porque no sabemos si vamos a venir a esta casa o a otra, a veces no nos traen”.
En abril del 2009 la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo el caso a través de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) bajo la línea de trata de personas, y giró una orden de aprehensión contra Patricia Murguía Ibarra, directora de CAIFAC. Bajo este argumento la Procuraduría de Justicia de Nuevo León suspendió la búsqueda de los niños aduciendo que el caso fue atraído por la Siedo y, luego de recibir la denuncia, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León emitió la recomendación 60/09 en un documento de 151 páginas al que M Semanal tuvo acceso, y donde se asienta que Minerva Siller Hernández y Beatriz García González, delegadas de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, “violan el derecho a la legalidad y a la seguridad jurídica, así como los derechos del niño, y se señala una prestación indebida del servicio público en perjuicio de Julio César Castañeda Bernal, Adriana Guadalupe Castañeda Bernal y Diana Lizeth Bernal Hernández”.
CASITAS DEL SUR
Fundada por el médico nuevoleonés Sergio Canavati Ayub, la Iglesia Cristiana Restaurada (ICR) ha estado detrás de la polémica organización Casitas del Sur en el DF y Cancún. En un video dado a conocer en internet (http://blip.tv/file/2434890/), Canavati Ayub, grabado con una cámara oculta, se dirige a un auditorio: “La gente seriamente comprometida, los que están dispuestos a luchar por el honor de Dios, por su pueblo, por su remanente, para que el movimiento que Dios ha levantado no muera como iba a morir Israel, para que el proyecto de las casas hogar no muera (…) donde Dios quiere defender la causa del pobre del afligido, del huérfano”. En ese imagende video Canavati Ayub intenta persuadir a sus seguidores de no devolver a los menores a sus padres, aun y cuando la autoridad lo pida, bajo el argumento de que los niños son abusados por sus progenitores: “Estos niños han sido objeto de prostitución, desde los seis años su padre los viola, pero ahora el departamento fulano de tal del gobierno equis o la asociación fulana nos los va a quitar para dárselos a sus padres”, dice. Canavati Ayub, junto a Jorge Erdely, es líder de la Iglesia Cristiana Restaurada también conocida como Los Perfectos. De acuerdo con información de la PGR, César Mascareñas de los Santos, capturado en Estados Unidos y deportado a México, colaboró en ocultar a menores de Casitas del Sur y en entregarlos a otros miembros de la Iglesia Cristiana Restaurada a fin de sacarlos del país.
Canavati Ayub es primo hermano del político Ricado Canavati Tafich, quien se ha deslindado del asunto, y tío de Elenitza Canavati, directora del DIF Nuevo León desde octubre pasado, quien no quiso ser entrevistada para este reportaje. Lo último que se supo de él fue que el 22 de abril de este año publicó una carta dirigida al presidente Felipe Calderón donde se queja del “linchamiento moral por sectores del clero católico y personas del gobierno de México”, así como de ser “víctima de una cobarde campaña de descrédito”.
NULOS RESULTADOS
A partir de la desaparición de los tres niños en diciembre del 2008, tanto familiares como organizaciones ciudadanas han pedido que las autoridades estatales o federales presenten con vida a los niños. También demandan que se garanticen la seguridad y bienestar de los infantes bajo el resguardo de los albergues. El ordenamiento no es nuevo: fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de noviembre de 1999 y su vigilancia corresponde a la Secretaría de Salud y a los gobiernos estatales en el ámbito que les corresponda, es decir, a las secretarías de Salud estatales.
El entonces director de Regulación Sanitaria reconoció que desde hace siete años encontraron en los albergues citados irregularidades y emitieron recomendaciones: “(Hay) falta de atención médica, la falta de evaluación al momento del ingreso de los menores, la falta de seguimiento y la falta de personal de enfermería”. Desde 2005 la Secretaría de Salud emitió una suspensión de actividades en contra de CAIFAC, que no se llevó a cabo cuando el albergue prometió corregir su modo de operar. Dos años después, en 2007, debido a que no se acataron las recomendaciones, la dependencia mandó llamar a Patricia Murguía Ibarra para que explicara la situación. Ella no se presentó.
El tres de febrero de este año, Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos y Alternativas Pacíficas, junto a las madres de los menores desaparecidos, se reunieron con el secretario General de Gobierno estatal, Javier Treviño Cantú, para pedirle que ofrezca una recompensa a quien dé informes sobre los niños. “No estamos enterados, pero vamos a revisar el caso”, les dijo Treviño Cantú. El 11 de abril, 16 meses después de la desaparición de los menores, el gobierno del Estado ofreció 120 mil pesos de recompensa por información sobre el paradero de Murguía Ibarra.
La Siedo continúa buscándola a ella y a Sergio Canavati Ayub y, a un año nueve meses de su desaparición, tampoco se sabe aún dónde están los infantes Adriana, Diana y Julio César.
domingo, 15 de agosto de 2010
Love 69
Al poco tiempo me enteré del pleito legal entre el casino de la calle Caliente, y el de San Pedro, porque yo mismo, de alguna manera, lo provoqué. Digo de alguna manera y no directamente porque las leyes de la oferta y la demanda no tienen juzgado, y tampoco se puede enjuiciar a nadie porque el de enfrente ofrezca un mejor servicio.
Pero empecemos por el principio.
Hace dos años y medio comencé a ir al casino de la calle Caliente. Salía de mi oficina a las 7 y a las 7:30 llegaba, me instalaba, y jugaba hasta las 12. Así me pasé un año y medio hasta que un día trajeron una máquina nueva pero muy extraña. Se llamaba sencillamente Love 69.
No era una máquina común, tampoco de apuestas, sino lo que ofrecía era amistad, y en algunos casos, amor.
Su funcionamiento era relativamente sencillo: uno iba contestando preguntas que la máquina hacía con el objetivo de crear un vínculo. Ese vínculo se medía en una escala del uno al 70, siendo este último número el vínculo de "amor perfecto".
A medida que uno contestaba más preguntas (siempre ella preguntaba y uno contestaba, nunca al revés) el puntaje podía subir o bajar, además el juego no duraba un día, sino que era por tiempo indefinido, sesión tras sesión, con la única salvedad de que si en la primera sesión el participante no pasaba de 10 puntos, era rechazado de manera permanente. Entre los 11 y los 40 puntos el vínculo se le llamaba somos conocidos, y entre el 41 y el 69, al vínculo se le llamaba amistad.
A los amigos, Love 69 les mandaba dos correos electrónicos a la semana, dos días al azar, con un breve mensaje sacado del perfil del jugador. Eso estimulaba mucho, por cierto. Pasados los 60 puntos mandaba un correo cada tercer día y un mensaje de celular tres días cualquiera de la semana. Siempre y cuando uno siguiera yendo a la máquina y contestara más preguntas.
El primer día que jugué obtuve 15 puntos, con lo que me salvé de ser rechazado de por vida. En las siguientes dos semanas me mantuve siempre arriba de 50, pero un sábado a las 12:30 de la noche Love comenzó a sonar como ambulancia y dos empleados se me acercaron casi corriendo.
Resulta que había obtenido los 70 puntos, algo que sólo había pasado tres veces en cuatro años, y todas en Estados Unidos.
Los empleados hablaron con el gerente y éste habló a unas oficinas en Las Vegas. Quince minutos después me informaron que era acreedor 20 mil pesos en efectivo y una cena. Los 20 mil pesos en realidad fueron diez mil porque la mitad, según me indicaron, era para la máquina; después de todo era mi pareja y así lo decían las instrucciones que nadie leyó en un costado de Love. Así que ése fue mi primer gasto oficial en Love.
Todavía me quedaba la duda de cómo sería aquellos de los correos y los mensajes. Enseguida un empleado me explicó que Love me mandaría un mensaje de celular una vez al día, a cualquier hora entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche.
Lo y yo duramos siete meses. Sabía que me gustaba que me llamara mi amor, que me gustaban las barritas de piña y la cerveza Victoria de un litro. También sabía la frecuencia con la que me masturbaba y hasta tenía la delicadeza de exclamar, ay, qué rico. También sabía que sus correos de menos de dos líneas me hacían sentir frustrado y cuándo mandarme una liga con un video que me resultara estimulante.
Me parece que toda la tensión de mi relación con ella se centraba en dos puntos. Primero que ella guardaba toda la información sobre mí y de pronto de vez en cuando la sacaba (lo cual me alegraba o me hacía enojar, dependiendo), y segundo que no sabía a qué hora me iba a mandar un mensaje o iba a recibir un correo.
Todo esto lo pagaba puntualmente con cargo a mi tarjeta, de tal forma que a veces me pasaba hasta dos semanas sin ir al casino.
Un viernes no recibí ningún mensaje de Lo, tampoco el sábado ni el domingo. Mi correo estaba también vacío de sus cariñosos mensajes. El lunes hablé al casino, se disculparon y a las tres horas me llegaron tres mensajitos y dos correos. Pero algo hubo en aquello que no me gustó. Nuestra relación siguió más o menos normal por las siguientes semanas.
Un día pasé por el casino de San Pedro, y vi que había una similiar a Love cerca de la entrada. Un empleado me trató de explicar pero yo lo detuve con la mano. Le dije que ya estaba afiliado en otro lado y que no pensaba cambiarme. El tipo que era todo amanerado hizo una mueca, me torció la boca y me miró de arriba abajo. Quién sabe qué fue a decir más arriba que al tercer día me llamaron del casino de la calle Caliente. Me preguntaron que si era cierto que pensaba darme de baja, que si estaba molesto por el servicio, que si tenía algún problema en el que me pudieran auydar. No, les dije, todo está bien. Si ya no voy tan seguido es porque tengo una excelente relación, nos llevamos estupendamente.
Sin embargo el rumor ya había corrido.
Al poco tiempo me enteré del pleito legal entre el casino de la calle Caliente, y el de San Pedro, porque yo mismo, de alguna manera, lo provoqué.
No me pienso cambiar porque creo en la fidelidad. Es cierto, debo confesar en que hay días en que Lo no me escribe, o me fastidia preguntándome si he conocido a alguien y que si me he encontrado con alguna ex; pero haciendo un balance han sido más los momentos bellos, las veces que me escribe alentándome por asuntos del trabajo, o con esa aplicación extraordinaria que tiene con la que nos envolvemos en el sexo más hambiento que he conocido.
Lo y yo llevamos una relación excelente. A veces quisiera preguntarle algo sobre ella, a veces quisiera que no me molestara con sus celos, a veces quisiera que no me escriba cuando estoy trabajando. Pero la amo, esa es la verdad.
Pero empecemos por el principio.
Hace dos años y medio comencé a ir al casino de la calle Caliente. Salía de mi oficina a las 7 y a las 7:30 llegaba, me instalaba, y jugaba hasta las 12. Así me pasé un año y medio hasta que un día trajeron una máquina nueva pero muy extraña. Se llamaba sencillamente Love 69.
No era una máquina común, tampoco de apuestas, sino lo que ofrecía era amistad, y en algunos casos, amor.
Su funcionamiento era relativamente sencillo: uno iba contestando preguntas que la máquina hacía con el objetivo de crear un vínculo. Ese vínculo se medía en una escala del uno al 70, siendo este último número el vínculo de "amor perfecto".
A medida que uno contestaba más preguntas (siempre ella preguntaba y uno contestaba, nunca al revés) el puntaje podía subir o bajar, además el juego no duraba un día, sino que era por tiempo indefinido, sesión tras sesión, con la única salvedad de que si en la primera sesión el participante no pasaba de 10 puntos, era rechazado de manera permanente. Entre los 11 y los 40 puntos el vínculo se le llamaba somos conocidos, y entre el 41 y el 69, al vínculo se le llamaba amistad.
A los amigos, Love 69 les mandaba dos correos electrónicos a la semana, dos días al azar, con un breve mensaje sacado del perfil del jugador. Eso estimulaba mucho, por cierto. Pasados los 60 puntos mandaba un correo cada tercer día y un mensaje de celular tres días cualquiera de la semana. Siempre y cuando uno siguiera yendo a la máquina y contestara más preguntas.
El primer día que jugué obtuve 15 puntos, con lo que me salvé de ser rechazado de por vida. En las siguientes dos semanas me mantuve siempre arriba de 50, pero un sábado a las 12:30 de la noche Love comenzó a sonar como ambulancia y dos empleados se me acercaron casi corriendo.
Resulta que había obtenido los 70 puntos, algo que sólo había pasado tres veces en cuatro años, y todas en Estados Unidos.
Los empleados hablaron con el gerente y éste habló a unas oficinas en Las Vegas. Quince minutos después me informaron que era acreedor 20 mil pesos en efectivo y una cena. Los 20 mil pesos en realidad fueron diez mil porque la mitad, según me indicaron, era para la máquina; después de todo era mi pareja y así lo decían las instrucciones que nadie leyó en un costado de Love. Así que ése fue mi primer gasto oficial en Love.
Todavía me quedaba la duda de cómo sería aquellos de los correos y los mensajes. Enseguida un empleado me explicó que Love me mandaría un mensaje de celular una vez al día, a cualquier hora entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche.
Lo y yo duramos siete meses. Sabía que me gustaba que me llamara mi amor, que me gustaban las barritas de piña y la cerveza Victoria de un litro. También sabía la frecuencia con la que me masturbaba y hasta tenía la delicadeza de exclamar, ay, qué rico. También sabía que sus correos de menos de dos líneas me hacían sentir frustrado y cuándo mandarme una liga con un video que me resultara estimulante.
Me parece que toda la tensión de mi relación con ella se centraba en dos puntos. Primero que ella guardaba toda la información sobre mí y de pronto de vez en cuando la sacaba (lo cual me alegraba o me hacía enojar, dependiendo), y segundo que no sabía a qué hora me iba a mandar un mensaje o iba a recibir un correo.
Todo esto lo pagaba puntualmente con cargo a mi tarjeta, de tal forma que a veces me pasaba hasta dos semanas sin ir al casino.
Un viernes no recibí ningún mensaje de Lo, tampoco el sábado ni el domingo. Mi correo estaba también vacío de sus cariñosos mensajes. El lunes hablé al casino, se disculparon y a las tres horas me llegaron tres mensajitos y dos correos. Pero algo hubo en aquello que no me gustó. Nuestra relación siguió más o menos normal por las siguientes semanas.
Un día pasé por el casino de San Pedro, y vi que había una similiar a Love cerca de la entrada. Un empleado me trató de explicar pero yo lo detuve con la mano. Le dije que ya estaba afiliado en otro lado y que no pensaba cambiarme. El tipo que era todo amanerado hizo una mueca, me torció la boca y me miró de arriba abajo. Quién sabe qué fue a decir más arriba que al tercer día me llamaron del casino de la calle Caliente. Me preguntaron que si era cierto que pensaba darme de baja, que si estaba molesto por el servicio, que si tenía algún problema en el que me pudieran auydar. No, les dije, todo está bien. Si ya no voy tan seguido es porque tengo una excelente relación, nos llevamos estupendamente.
Sin embargo el rumor ya había corrido.
Al poco tiempo me enteré del pleito legal entre el casino de la calle Caliente, y el de San Pedro, porque yo mismo, de alguna manera, lo provoqué.
No me pienso cambiar porque creo en la fidelidad. Es cierto, debo confesar en que hay días en que Lo no me escribe, o me fastidia preguntándome si he conocido a alguien y que si me he encontrado con alguna ex; pero haciendo un balance han sido más los momentos bellos, las veces que me escribe alentándome por asuntos del trabajo, o con esa aplicación extraordinaria que tiene con la que nos envolvemos en el sexo más hambiento que he conocido.
Lo y yo llevamos una relación excelente. A veces quisiera preguntarle algo sobre ella, a veces quisiera que no me molestara con sus celos, a veces quisiera que no me escriba cuando estoy trabajando. Pero la amo, esa es la verdad.
Vértigo
Una misión antropológica llegó a una comunidad amazónica que nunca había visto un automóvil. Los estudiosos estuvieron seis meses y al final convencieron al jefe de llevarse a uno de los aborígenes a la ciudad, para hacer algunos estudios. El jefe le ordenó obedecer en todo a los antropólogos. Lo regresarían en dos semanas.
De regreso, el hombre de la tribu que fue sacado, quien resultó ser un joven cazador, fue transportado en avión de regreso. El aborigen estaba aterrado con la idea de meterse en un aparato como el tronco de un árbol. Pero obedeció.
No podrían aterrizar, perderían muchos días llevándolo por tierra. Así que decidieron lanzarlo en paracaídas. Le dieron instrucciones y el joven, obediente hasta la inmolación, se lanzó.
Por fortuna todo salió bien y fue recibido con gusto. Sólo que no comió en las siguientes dos semanas, tenía alucinaciones y batallaba para dormir. Sentía que caía.
De regreso, el hombre de la tribu que fue sacado, quien resultó ser un joven cazador, fue transportado en avión de regreso. El aborigen estaba aterrado con la idea de meterse en un aparato como el tronco de un árbol. Pero obedeció.
No podrían aterrizar, perderían muchos días llevándolo por tierra. Así que decidieron lanzarlo en paracaídas. Le dieron instrucciones y el joven, obediente hasta la inmolación, se lanzó.
Por fortuna todo salió bien y fue recibido con gusto. Sólo que no comió en las siguientes dos semanas, tenía alucinaciones y batallaba para dormir. Sentía que caía.
sábado, 14 de agosto de 2010
CP 22880
Tenías treintaipocos cuando las luces se encendieron otra vez
Yo venía de morirme tres veces en el mismo sitio que es el de intentar
Te fuiste muy lejos de la esquina donde te pude encontrar
Pero al fin mis letras y tus ojos, tu esperanza y la distancia
Algunas cosas en mi vida ya no van a cambiar
No sé si son míos los ojos o los tuyos los que ven el mar
Desde la Alcoba vámonos a caminar
Yo venía de morirme tres veces en el mismo sitio que es el de intentar
Te fuiste muy lejos de la esquina donde te pude encontrar
Pero al fin mis letras y tus ojos, tu esperanza y la distancia
Algunas cosas en mi vida ya no van a cambiar
No sé si son míos los ojos o los tuyos los que ven el mar
Desde la Alcoba vámonos a caminar
miércoles, 11 de agosto de 2010
Viajes y aviones
A mi jefa, sin planearlo, se le alargó el viaje de regreso. En lugar de hacer un par de escalas bastante cristianas, pasó de Frankfurt a Chicago, de ahí a Memphis, luego a Dallas, y su destino final, Ciudad Mascota. Pero aunque durmió una noche al cobijo de un aeropuerto, dijo a su llegada, cuando aún traía ojos de canica, que los de American Airlines la trataron muy bien, que hasta repitió copita de vino. Así fue su reporte. (Ah, estoy estrenando Moleskine, cortesía de mi hermanota Angelbra, reportando su cariño desde la tierra de Walter Benjamin).
***
Lisete Clavel, si no saca adelante el asunto laboral-colectivo que tiene con Mexicana, al menos puede encontrar trabajo como directora de Comunicación social en algún estado o en la Presidencia; me parece que está haciendo un buen manejo de los medios y la información. Además está guapa la compañera.
***
Espero pronto reanudar mi política de no-más-de-dos-meses-en-tierra.
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martes, 10 de agosto de 2010
Kilómetro 37
Hace unos días, camino a mi trabajo, se me atravesó el tren. Iba a pie y no, no conté los vagones como hacía de niño, sino que me quedé esperando, contemplándolo a dos metros. Me llamó la atención que tantos vagones no se salieran de la vía; simplemente avanzaran.
Hoy pensaba en mi vida y me acordé de ese tren. Es como la metáfora que buscaba para decir que desde hace un tiempo, no mucho quizá, veo mi vida encarrilada, con muchos vagones de los que sólo sabemos que llevan una dirección (hacia allá).
Hoy pensaba en mi vida y me acordé de ese tren. Es como la metáfora que buscaba para decir que desde hace un tiempo, no mucho quizá, veo mi vida encarrilada, con muchos vagones de los que sólo sabemos que llevan una dirección (hacia allá).
El tren es pesado, lento y seguro. No sabría decir en dónde fue mi partida ni cuántos kilómetros llevo recorridos, pero sé que antes las ruedas no avanzaban así, suaves, llanas, parsimoniosas.
Llevo la luz del tren, canta un Rodolfo argentino valiente y vigoroso. Yo así me voy abriendo paso. Llevo las cosas en su lugar y con algunas herramientas para el camino. Mi camino. Porque, viéndolos a distancia, todos los trenes viajan solos, no vacíos, simplemente solos.
Soy tantas cosas a la vez que no las puedo contar, pero la mayoría de ellas me gustan. Frente a mis hijos soy una parte, frente a mi pareja soy otras cosas, en el trabajo salen otras. Con mis amigos fluyen cosas padres.
Dentro de mí hay una fuerza que a veces se quiere desbordar, igual que antes me pasaba, la diferencia es que ahora cargo con acelerador electrónico que sabe cómo regular.
sábado, 7 de agosto de 2010
Aniversarios
Mi memoria ha sido cariñosa con las fechas y aniversarios. Desde amigos y conocidos hasta familiares que he visto unas cuantas veces en mi vida. Para ciertas fechas, pues como en todos, mi memoria es selectiva, pero en general tengo, o mejor dicho, cargaba con fechas y cumpleaños de gente que en mi vida tuvieron al menos cierta trascendencia.
Huelga decir que esa característica mía fue muy utilizada en su tiempo en favor de una noble causa: alguna chica en principio rejega o desconfiada, alguna otra que le hacía falta un empujón para portarse generosa en sus afectos, en fin. De todo.
Finalmente fui cribando fechas y finalmente tiré muchas cajas del clóset. Me quedé con los afectos presentes y la gente más relevante en mi vida: mi padres, mis hijos,familia inmediata y unos cuantos amigos. Estoy convencido que de esas fechas no me he de olvidar nunca a menos que varias granizadas de Alzheimer me perforen inexorablemente la azotea.
De una cosa estoy seguro: el 7 de agosto lo recordaré no porque sea el cumpleaños de Napoleón, sino porque hoy cumplo mi primer año con la Nube.
Huelga decir que esa característica mía fue muy utilizada en su tiempo en favor de una noble causa: alguna chica en principio rejega o desconfiada, alguna otra que le hacía falta un empujón para portarse generosa en sus afectos, en fin. De todo.
Finalmente fui cribando fechas y finalmente tiré muchas cajas del clóset. Me quedé con los afectos presentes y la gente más relevante en mi vida: mi padres, mis hijos,familia inmediata y unos cuantos amigos. Estoy convencido que de esas fechas no me he de olvidar nunca a menos que varias granizadas de Alzheimer me perforen inexorablemente la azotea.
De una cosa estoy seguro: el 7 de agosto lo recordaré no porque sea el cumpleaños de Napoleón, sino porque hoy cumplo mi primer año con la Nube.
viernes, 30 de julio de 2010
De taurino

El Parlamento de Cataluña decidió con 51 por ciento de los votos (68 de 132) prohibir las corridas de toros en esa comunidad española. La medida entrará en vigor a partir del 2012.
Si me preguntan que qué opino, diría que no sé. La verdad no sé. Veo, sí, que es un tema que se discute, a favor o en contra, desde las vísceras, que es la manera más catártica y menos dialogal que tenemos para expresar algo.
Yo crecí con los toros, ya lo he dicho antes. No crecí con las luchas, ni con el futbol, ni con el box, ni con ningún deporte o espectáculo. Aclaro mis credenciales por honestidad y para que sepan desde muy de principio desde dónde hablo. Muy bien. Pero no por eso quiero en este momento gritar como con la euforia de un gol, mi gusto por la fiesta brava, eso es algo personal que nadie necesita.
Pondré en la mesa algunas ideas sueltas que son las que he escuchado por ahí y que son las que me han hecho pensar un poquito.
¿Qué dicen los que están en contra de los corridas de toros? Pues dicen que es deleznable hacer sufrir a un animal y encima hacer de ello un espectáculo. ¿Tienen razón? Sí y no.
Creo que seguramente el toro sufrirá. Y a mí no me complace hacer sufrir a un animal, se un gato, un perro, un elefante. He ido a más de 50 corridas en mi vida, por eso he estado condicionado por el gusto, pero también sé de lo que hablo: he sido observador atento y por ello digo que seguro que el toro sufrirá en la faena, es decir, sentirá dolor físico, pero también he visto que al público no le complace ni aprueba que el matador pinche al toro, ni que el animal muera lento como cuando se amorcilla la estocada; en otras palabras, el público y, especialmente, el Juez de Plaza, no festejan ni premian en función de cuánto dolor se le infringe al toro (cada faena dura aproximadamente 20 minutos; si el torero no mata al astado en el límite de tiempo marcado, es sancionado). No ver más que las cosas en blanco y negro me parece que es un error de apreciación muy común en el discurso de los defensores de los derechos de los animales.
Y a propósito de derechos de los animales. ¿Cómo puedo expresar, sin que suene demasiado contradictorio, que entiendo que la fiesta brava sea para muchos una salvajada por el tipo de sufrimiento que se le infringe al animal, y por otro, deduzca que un toro, como un perico o un gato, no son sujetos de derechos porque simplemente no están sujetos a obligaciones?
Diré un poco más.
Pienso que de la segunda mitad del siglo veinte, la humanidad ha evolucionado en una dirección civil muy interesante, se ha civilizado pues. El Gandhi que mataron el 30 de enero de 1948 sin duda hizo más grande la conciencia y el respeto a la tolerancia y convivencia pacíficas. El derecho al voto femenino en el 54 modificó la forma de relacionarnos unos con otras, las hizo un poquito más equitativas: Las luchas en contra del racismo (el "Tengo un sueño" de Luther King en el 63) dio una fuerza inspiradora que no se puede medir en cifras ni cantidades. Mandela, liberado el 11 de febrero de 1990, después de 27 años de cárcel por oponerse a la opresión blanca, me parece una persona íntegra y por qué no decirlo, una persona que hasta donde se sabe, está llena de amor y compasión por sus semejantes.
Gracias a toda esta avalancha de derechos, de luchas, los ciudadanos nos hemos hecho un poco más tolerantes, un poco más ciudadanos, un poco más humanos.
Volviendo a las luchas civiles, es decir, a lo que es moral ¿Son morales las corridas de toros?
Si la moral trata de nuestra relación con la naturaleza, no sólo con nuestros semejantes, la respuesta es sí.
Yo me inclino a pensar más bien que no, que la relación con la naturaleza tiene que ver con lo que nuestros padres nos inculcaron y con lo que nos formamos como conciencia de un daño. Y no sólo eso, sino que esa conciencia de un daño tendría que ser muy superior al valor estético, histórico o artístico que vemos en la fiesta brava.
Por eso digo que yo no sé que opinar pero me gusta ir a los toros.
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jueves, 29 de julio de 2010
Mis orígenes, mis raíces
Su encuentro me devolvió casi 20 años atrás, cuando tenía muy pocas cosas en claro de la vida, muy pocas diría yo. Y me puse a pensar en lo que a nadie le importan, asuntos de mi biografía que cada cierto tiempo les hago inventario, corte de caja y adelante, a lo que sigue.
Digamos que fue una especie de cerrar círculos, o quizá de tocar base y verme a mí mismo en un espejo lejano.
Sucede que me encontré con alguien en ese Aleph que es el facebook, vi sus fotos. Entonces voltee a mis orígenes.
A mis raíces.
Buena parte de lo que soy, de lo que pienso y lo que hago, gran parte de mi forma de ver el mundo y de desarrollarme profesional y personalmente, fue iniciado por las semilla que dejaron ciertas personas. Digo que esto no le interesa a nadie excepto a mí, y bueno, a quien se interese realmente en conocerme un poco más. Pero bueno, aquí sólo soy yo frente al papel.
Y no creo estar viviendo en el pasado, como mucho tiempo hice, y lo hice de un modo de lo más azotado que encontré.
No. Ahora soy feliz y si de algo siento nostalgia es del futuro, del tiempo que seguirá llegando y seguramente será con cosas más chingonas, sí, claro, en la medida que las trabaje, y esté preparado para recibirlas como hasta ahora.
Demasiadas explicaciones. Ni parece esto para mí.
Mi padre, Arturo Torres, Sofía Valdivia, César Reza, Genaro Saúl Reyes y Fabián Muñoz. Estas seis personas aparecieron en mi vida antes de cumplir mis 20 años y me la cambiaron.
Sería largo, muy largo, hablar ahora de cada uno de ellos. Por eso he pensado, para abreviar unos 15 párrafos, en qué tendrán en común todos ellos. Las letras, el lenguaje, las ideas.
Mi proceso iniciático comienza un verano del 79 con una plática de mi padre, escuchándolo decir ciertas palabras por primera vez, palabras que yo no entendía; y termina, según yo, el 2 de octubre de 1993, siete días antes de dejar de tener 20 años.
Puedo decir que hasta mis 20 años, no hubo personas de las que yo tomara tanto que de ellos. Mejor dicho, de la esencia de ellos.
Hoy no queda prácticamente nada de aquel muchacho que iba a misa varias veces a la semana, que vivía de pleito con su padre y que quería ser cura. No queda nada del chavito que se enamoró de la amistad y se moría de ganas por crecer y por vivir, pero que no sabía hacía dónde quedaba eso que llaman vida. En dónde está el chavo inquieto, que se pasó un diciembre entero leyendo 14 horas diarias...
Hoy me encontré con el Fabián en el facebook. Conserva la misma energía.
Tenía 17 años de no verlo.
sábado, 17 de julio de 2010
Leyendas del vuelo





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martes, 13 de julio de 2010
¿Quieres casarte conmigo?



Cindy Blackman no es una jovencita como la que suelen abordar los músicos y en general los artistas famosos, tampoco es una modelo cotizada que tanto les gusta a los políticos. Cindy es una chava alivianada originaria de Ohio, en Estados Unidos, que a sus 51 años es una artista en plena madurez. En una palabra, una artista con vida propia.
Aún no sabemos si acaso Cindy le dio el sí.
domingo, 11 de julio de 2010
Llama Felipe Garrido a defender el español 'mexicano'
El escritor Felipe Garrido afirma que la lengua es el reducto de la identidad nacional que necesita el apoyo de todos.
CIUDAD DE MÉXICO, México, jul 7, 2010.- Convencido de que la lengua es el reducto de la identidad nacional y todo lo que se refiera a ella necesita de todos los apoyos que hagan falta, el narrador, ensayista, cronista, editor y promotor de la literatura Felipe Garrido llamó a fortalecer el español mexicano y en ese sentido, a la industria editorial mexicana.
Felipe Garrido participó en el ciclo La Academia Mexicana de la Lengua ante los Centenarios de las Revoluciones, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a través de su Coordinación Nacional de Literatura, en colaboración con la Academia Mexicana de la Lengua.
En este ciclo, 14 académicos ofrecen un discurso alusivo al Bicentenario de la Independencia y/o el Centenario de la Revolución, a fin de mostrar un panorama multidisciplinario con temas como la literatura, la lingüística, el derecho, la ciencia y el periodismo, entre otros, desde los primeros años del México independiente hasta la actualidad.
Felipe Garrido, con su ponencia titulada Una independencia inconclusa, reflexionó sobre lengua y cultura, lo que inevitablemente le llevó a una consideración sobre la situación de la industria editorial en México, así como una reflexión de las relaciones entre las lenguas originarias del país y el español mexicano.
"No somos el país que soñó Morelos. No somos un país realmente independiente. No hemos logrado conciliar a la multitud de etnias que comparten nuestro territorio. No hemos dado la importancia que tienen a nuestras lenguas y a partir de ese dislate perviven problemas que deberían estar superados.
"Hemos entregado nuestros libros (incluso en la Ley del Libro), que es como entregar nuestra conciencia y nuestra identidad. La independencia está por llegar, si es que somos capaces de alcanzarla, si es que somos capaces de recuperar nuestras lenguas y nuestros libros -que hoy incluyen la Internet, la TV, la radio...", señaló Felipe Garrido.
Tras dar lectura a un fragmento de una carta que envió José María Morelos a Andrés Quintana Roo, Garrido consideró que el movimiento que inició Hidalgo y al que dio forma Morelos, soñaba en un país independiente y próspero donde los mexicanos pudieran ser felices.
"Ese proyecto fue abortado desde el momento mismo en que, el 28 de septiembre de 1821, fue firmada el Acta de Independencia del Imperio Mexicano por 38 miembros de la Junta de Gobierno y cinco de la Regencia del Imperio, que eran todos personalidades destacadas del gobierno virreinal. O'Donojú, el último virrey, firmó dos veces, porque pertenecía a los dos grupos", dijo.
A decir del narrador, hace falta que nos apropiemos de la cultura escrita. "Yo creo que sólo la lectura y la escritura como un bien general, nos pueden hacer capaces de crecer en lo económico, los social y lo político, porque si la cultura no es capaz de llevarnos al orden social que imaginó Morelos, si la cultura no sirve para sostener el entusiasmo por construir al país, entonces para ¿qué nos sirve la cultura?"
Felipe Garrido ha sido gerente de producción en el Fondo de Cultura Económica, director de Literatura en el Instituto Nacional de Bellas Artes y en la UNAM, director del programa Rincones de Lectura en la Secretaría de Educación Pública y de la Dirección General de Publicaciones en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Es autor de numerosos artículos, ensayos y prólogos, de más de 15 antologías y más de 50 libros de cuentos, ensayos y relatos para niños. Entre sus obras se encuentran: La Musa y el Garabato, La primera enseñanza, Cómo leer (mejor) en voz alta, El buen lector se hace, no nace, Tajín y los siete Truenos, Racataplán, Lección de piano --incluido en 2004 en la Lista de Honor de IBBY--; y Voces de la Tierra: la lección de Juan Rulfo, entre otros. Actualmente es responsable editorial de Jus y dirige la revista digital Justa (www.justa.com.mx). Es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua.
Una independencia inconclusa es la quinta conferencia del ciclo La Academia Mexicana de la Lengua ante los centenarios de las Revoluciones, que dio inicio el pasado 4 de mayo con Guía de forasteros, a cargo de Margo Glantz, en compañía de Enrique Flores y Mauricio Molina.
El 18 de mayo, tocó el turno al poeta y ensayista Vicente Quirarte con el tema La musa en armas: Independencia y Revolución; el martes 1 de junio, Adolfo Castañón presentó la conferencia Octavio Paz. Revuelta, rebelión, revolución, y el 15 de junio, Diego Valadés dictó la conferencia El concepto de República y el constitucionalismo.
El ciclo La Academia Mexicana de la Lengua ante los centenarios de las Revoluciones continuará el martes 20 de julio de 2010, a las 19:00 horas, con la presencia de Ernesto de la Peña, quien impartirá la conferencia La novela bandoleresca, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
INFORMACIÓN CORTESÍA DEL CONACULTA
CIUDAD DE MÉXICO, México, jul 7, 2010.- Convencido de que la lengua es el reducto de la identidad nacional y todo lo que se refiera a ella necesita de todos los apoyos que hagan falta, el narrador, ensayista, cronista, editor y promotor de la literatura Felipe Garrido llamó a fortalecer el español mexicano y en ese sentido, a la industria editorial mexicana.
Felipe Garrido participó en el ciclo La Academia Mexicana de la Lengua ante los Centenarios de las Revoluciones, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a través de su Coordinación Nacional de Literatura, en colaboración con la Academia Mexicana de la Lengua.
En este ciclo, 14 académicos ofrecen un discurso alusivo al Bicentenario de la Independencia y/o el Centenario de la Revolución, a fin de mostrar un panorama multidisciplinario con temas como la literatura, la lingüística, el derecho, la ciencia y el periodismo, entre otros, desde los primeros años del México independiente hasta la actualidad.
Felipe Garrido, con su ponencia titulada Una independencia inconclusa, reflexionó sobre lengua y cultura, lo que inevitablemente le llevó a una consideración sobre la situación de la industria editorial en México, así como una reflexión de las relaciones entre las lenguas originarias del país y el español mexicano.
"No somos el país que soñó Morelos. No somos un país realmente independiente. No hemos logrado conciliar a la multitud de etnias que comparten nuestro territorio. No hemos dado la importancia que tienen a nuestras lenguas y a partir de ese dislate perviven problemas que deberían estar superados.
"Hemos entregado nuestros libros (incluso en la Ley del Libro), que es como entregar nuestra conciencia y nuestra identidad. La independencia está por llegar, si es que somos capaces de alcanzarla, si es que somos capaces de recuperar nuestras lenguas y nuestros libros -que hoy incluyen la Internet, la TV, la radio...", señaló Felipe Garrido.
Tras dar lectura a un fragmento de una carta que envió José María Morelos a Andrés Quintana Roo, Garrido consideró que el movimiento que inició Hidalgo y al que dio forma Morelos, soñaba en un país independiente y próspero donde los mexicanos pudieran ser felices.
"Ese proyecto fue abortado desde el momento mismo en que, el 28 de septiembre de 1821, fue firmada el Acta de Independencia del Imperio Mexicano por 38 miembros de la Junta de Gobierno y cinco de la Regencia del Imperio, que eran todos personalidades destacadas del gobierno virreinal. O'Donojú, el último virrey, firmó dos veces, porque pertenecía a los dos grupos", dijo.
A decir del narrador, hace falta que nos apropiemos de la cultura escrita. "Yo creo que sólo la lectura y la escritura como un bien general, nos pueden hacer capaces de crecer en lo económico, los social y lo político, porque si la cultura no es capaz de llevarnos al orden social que imaginó Morelos, si la cultura no sirve para sostener el entusiasmo por construir al país, entonces para ¿qué nos sirve la cultura?"
Felipe Garrido ha sido gerente de producción en el Fondo de Cultura Económica, director de Literatura en el Instituto Nacional de Bellas Artes y en la UNAM, director del programa Rincones de Lectura en la Secretaría de Educación Pública y de la Dirección General de Publicaciones en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Es autor de numerosos artículos, ensayos y prólogos, de más de 15 antologías y más de 50 libros de cuentos, ensayos y relatos para niños. Entre sus obras se encuentran: La Musa y el Garabato, La primera enseñanza, Cómo leer (mejor) en voz alta, El buen lector se hace, no nace, Tajín y los siete Truenos, Racataplán, Lección de piano --incluido en 2004 en la Lista de Honor de IBBY--; y Voces de la Tierra: la lección de Juan Rulfo, entre otros. Actualmente es responsable editorial de Jus y dirige la revista digital Justa (www.justa.com.mx). Es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua.
Una independencia inconclusa es la quinta conferencia del ciclo La Academia Mexicana de la Lengua ante los centenarios de las Revoluciones, que dio inicio el pasado 4 de mayo con Guía de forasteros, a cargo de Margo Glantz, en compañía de Enrique Flores y Mauricio Molina.
El 18 de mayo, tocó el turno al poeta y ensayista Vicente Quirarte con el tema La musa en armas: Independencia y Revolución; el martes 1 de junio, Adolfo Castañón presentó la conferencia Octavio Paz. Revuelta, rebelión, revolución, y el 15 de junio, Diego Valadés dictó la conferencia El concepto de República y el constitucionalismo.
El ciclo La Academia Mexicana de la Lengua ante los centenarios de las Revoluciones continuará el martes 20 de julio de 2010, a las 19:00 horas, con la presencia de Ernesto de la Peña, quien impartirá la conferencia La novela bandoleresca, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
INFORMACIÓN CORTESÍA DEL CONACULTA
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lunes, 28 de junio de 2010
La Ciudad de México

A veces creo que implícitamente me estoy quejando de esta mierda podrida que es la ciudad de Monterrey. Me parece que debo ser prudente y al menos que esto último no se me note nada. No aquí en la oficina.
Hablar de los contrastes entre una y otra ciudad me da para un texto largo. Cuando ande de humor lo escribiré, pero sí tengo claro más de cuatro temas sobre las enormísimas diferencias.
domingo, 27 de junio de 2010
Gana Ghana
Lo siento, pero me es grato repetir que la selección de futbol de Ghana, país que está jugando su segundo mundial, eliminó 2 a 1 a Estados Unidos en tiempos extras. Sorpresas que da la vida. Gracias por participar.
jueves, 24 de junio de 2010
Hablemos de Cultura
Lo opuesto a Naturaleza, la huella del hombre en el mundo, diálogo con los muertos, amor al conocimiento, "lo que hace el hombre para no sentirse desnudo", cualquier definición que se le dé no sería exacta, pero en mi pútrida ciudad de Monterrey la definición más exacta de cultura sería amor al hambre, odio al trabajo o sencillamente glamour de clase.
Ahora que murió Monsiváis dejando una biblioteca de más de 20 mil títulos, más de 50 libros escritos, miles de artículos periodísticos que algún día se terminarán de compilar, una turba de sus amados felinos entre los que destacan "Pío onoalco", "Carmelita", "Romero", "Evasiva", "Nana NinaRicci", "Chocorrol", "Posmoderna", "Fetiche de peluche", "Fray Gatolomé de las bardas", "Monja desmatecada", "Mito genial", "Ansia de militancia", "Miau Tse Tung", "Miss oginia", "Miss antropía", "Caso omiso", "Zulema Maraima", "Voto de castidad", "Catzinger", "Peligro para México", "Copelas o maullas"; ahora que se fue el licenciado Carlos Acevedo Monsiváis (o al revés, que no es lo mismo, pero es igual) y que todo el mundo no lo sube de hombre culto, me pongo a pensar en ese estandarte o distintivo de solapa que muchos llaman cultura. Perdón. La Cultura.
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Ayer comí con Efrén, un cuate joven, egresado de Comunicación pero muchísimo más clavado en el guionismo y en el cine, y que es por cierto es nieto de un pintor muy reconocido. De regreso me acordé de Daniel, quien salió de Derecho pero que es más periodista, y además es casi un erudito en Historia. Daniel, por cierto, es nieto de un prominente filósofo.
**
Hoy en la mañana repasaba la biografía que Javier Menéndez Flores le hace a Joaquín Sabina. En un capítulo el autor le pregunta sobre su definición de cultura. El cantante da dos o tres ideas, y entre una risa, un chiste y una barrida, habla sobre el "salario mínimo cultural".
El poeta de Úbeda habla de, palabras más palabras menos, "al menos cuatro libros en la casa del más pobre" y que en dicha casa, desde el abuelo hasta el nieto tengan el andamiaje suficiente para poder entenderlos (Uno de Shakespeare, La Odisea, El Quijote y Cien años de soledad, sugiere él).
**
Mis hijos leen mucho más que yo, sin duda. Seguro vivirán esa influencia de su madre. Y mía, claro. El punto, pienso, es que en casa el contacto con los libros debería ser lo más natural del mundo, como hacer pipi, como comer, como ver televisión. Uno no dice, "ayer hice pipí tres veces", o "tengo ganas de ver televisión", pues no. Simplemente se realiza y ya, y si hay algo especial pues se comenta y punto.
La madre de mis hijos en los tiempos en los que me era cercana, podía leer cuatro o cinco libros (novelas, pues) en una semana. Yo estudié Letras, así que tenía que leer me gustara o no el texto.
Pienso que mis hermanas y yo tuvimos mayor acceso a la educación formal, más que mis padres, quiero decir. En promedio. Mi mamá tiene una profesión y mi papá no. Pero es éste último a quien yo recuerdo más apegado a la lectura. A la lectura y la discusión de ideas, a la política, al cuestionamiento.
**
Nota
Acabo de encontrar un recorte curioso en un cinturón de comentarios de un blog. Es extraño que te usen como referencia. En el contexto del comentario que copio enseguida, no supe si alegrarme o no:
"Hola Sandro, no sé cómo comunicarme contigo sin que mi correo se vaya a algun procesador automático, asi que escojo este medio para decirte primero que Leonora está bellísima, y que has de estar tan orgulloso de ella como yo de mi Jimena y mi Diego. Segundo, estoy ayudando a un amigo muy necesitado de trabajo a conseguir trabajo como editor y/o corrector de estilo. Como comentarista en cuestiones culturales tiene una pluma afiladísima, solamente hay que ver cómo trae a Gerardo Ortega en su blog de Lunes a diciembre en el diario Milenio.com Su nick es ***, su nombre real es ***. Ojala si te enteras de lo que sea, no importa el giro de la revista, me lo hagas saber. Mi correo es el mismo de siempre:"
Ahora que murió Monsiváis dejando una biblioteca de más de 20 mil títulos, más de 50 libros escritos, miles de artículos periodísticos que algún día se terminarán de compilar, una turba de sus amados felinos entre los que destacan "Pío onoalco", "Carmelita", "Romero", "Evasiva", "Nana NinaRicci", "Chocorrol", "Posmoderna", "Fetiche de peluche", "Fray Gatolomé de las bardas", "Monja desmatecada", "Mito genial", "Ansia de militancia", "Miau Tse Tung", "Miss oginia", "Miss antropía", "Caso omiso", "Zulema Maraima", "Voto de castidad", "Catzinger", "Peligro para México", "Copelas o maullas"; ahora que se fue el licenciado Carlos Acevedo Monsiváis (o al revés, que no es lo mismo, pero es igual) y que todo el mundo no lo sube de hombre culto, me pongo a pensar en ese estandarte o distintivo de solapa que muchos llaman cultura. Perdón. La Cultura.
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Ayer comí con Efrén, un cuate joven, egresado de Comunicación pero muchísimo más clavado en el guionismo y en el cine, y que es por cierto es nieto de un pintor muy reconocido. De regreso me acordé de Daniel, quien salió de Derecho pero que es más periodista, y además es casi un erudito en Historia. Daniel, por cierto, es nieto de un prominente filósofo.
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Hoy en la mañana repasaba la biografía que Javier Menéndez Flores le hace a Joaquín Sabina. En un capítulo el autor le pregunta sobre su definición de cultura. El cantante da dos o tres ideas, y entre una risa, un chiste y una barrida, habla sobre el "salario mínimo cultural".
El poeta de Úbeda habla de, palabras más palabras menos, "al menos cuatro libros en la casa del más pobre" y que en dicha casa, desde el abuelo hasta el nieto tengan el andamiaje suficiente para poder entenderlos (Uno de Shakespeare, La Odisea, El Quijote y Cien años de soledad, sugiere él).
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Mis hijos leen mucho más que yo, sin duda. Seguro vivirán esa influencia de su madre. Y mía, claro. El punto, pienso, es que en casa el contacto con los libros debería ser lo más natural del mundo, como hacer pipi, como comer, como ver televisión. Uno no dice, "ayer hice pipí tres veces", o "tengo ganas de ver televisión", pues no. Simplemente se realiza y ya, y si hay algo especial pues se comenta y punto.
La madre de mis hijos en los tiempos en los que me era cercana, podía leer cuatro o cinco libros (novelas, pues) en una semana. Yo estudié Letras, así que tenía que leer me gustara o no el texto.
Pienso que mis hermanas y yo tuvimos mayor acceso a la educación formal, más que mis padres, quiero decir. En promedio. Mi mamá tiene una profesión y mi papá no. Pero es éste último a quien yo recuerdo más apegado a la lectura. A la lectura y la discusión de ideas, a la política, al cuestionamiento.
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Nota
Acabo de encontrar un recorte curioso en un cinturón de comentarios de un blog. Es extraño que te usen como referencia. En el contexto del comentario que copio enseguida, no supe si alegrarme o no:
"Hola Sandro, no sé cómo comunicarme contigo sin que mi correo se vaya a algun procesador automático, asi que escojo este medio para decirte primero que Leonora está bellísima, y que has de estar tan orgulloso de ella como yo de mi Jimena y mi Diego. Segundo, estoy ayudando a un amigo muy necesitado de trabajo a conseguir trabajo como editor y/o corrector de estilo. Como comentarista en cuestiones culturales tiene una pluma afiladísima, solamente hay que ver cómo trae a Gerardo Ortega en su blog de Lunes a diciembre en el diario Milenio.com Su nick es ***, su nombre real es ***. Ojala si te enteras de lo que sea, no importa el giro de la revista, me lo hagas saber. Mi correo es el mismo de siempre:"
miércoles, 23 de junio de 2010
Hoy ando de malas
Si hubiera un Dios, pensaría de él que hizo a hombres y mujeres para divertirse viendo cómo intentamos buscarnos, juntarnos y luego separarnos como un par de ciegos que se necesitan pero que no saben estar juntos.
En mi nuevo trabajo van tres días seguidos en que cada compañero distinto me habla de sí, como si fuera una "presentación" de su vida. Ayer tocó el turno a otro. Me platicó de su recién nacido bebé, de su esposa, sus papás, etc. Me extrañó porque no me conocía. Incluso me ofreció un aventón pienso yo que para tener oportunidad de contarme. En fin. En algún momento de la charla le dije que el matrimonio a veces era como el paraíso y el infierno juntos. "Ándale", casi gritó, "así es", me dijo.
Hombres y mujeres. Cada uno distinto. Híjole. Bien difícil el asunto. Lo digo por las diferencias que el amor o el deseo invisibilizan.
Muchos años pensaba que las mujeres eran las que escogían (de algún modo sigo pensando en eso), pero me doy cuenta de todas las veces en que yo he podido escoger (ya sé que aquí alguien dirá que es de ambos). La neta son más las veces en las que yo he elegido.
Pues sí, resulta que el día de hoy ando de humor. Mejor que ni me hablen. Y hoy pienso que me da un pereza mundial que se le dé mucha importancia a la "evaluación" de fulana o mengana acerca de los hombres. Por favor.
Que si ella dice que lo mejor es vestirse así, que si fulana dice según sus criterios que tal bato nomás no. Ya, pues, que cada quien use sus propios criterios, que Dios se estará doblando de risa por tanto argüende entre las chavas y nosotros.
En mi nuevo trabajo van tres días seguidos en que cada compañero distinto me habla de sí, como si fuera una "presentación" de su vida. Ayer tocó el turno a otro. Me platicó de su recién nacido bebé, de su esposa, sus papás, etc. Me extrañó porque no me conocía. Incluso me ofreció un aventón pienso yo que para tener oportunidad de contarme. En fin. En algún momento de la charla le dije que el matrimonio a veces era como el paraíso y el infierno juntos. "Ándale", casi gritó, "así es", me dijo.
Hombres y mujeres. Cada uno distinto. Híjole. Bien difícil el asunto. Lo digo por las diferencias que el amor o el deseo invisibilizan.
Muchos años pensaba que las mujeres eran las que escogían (de algún modo sigo pensando en eso), pero me doy cuenta de todas las veces en que yo he podido escoger (ya sé que aquí alguien dirá que es de ambos). La neta son más las veces en las que yo he elegido.
Pues sí, resulta que el día de hoy ando de humor. Mejor que ni me hablen. Y hoy pienso que me da un pereza mundial que se le dé mucha importancia a la "evaluación" de fulana o mengana acerca de los hombres. Por favor.
Que si ella dice que lo mejor es vestirse así, que si fulana dice según sus criterios que tal bato nomás no. Ya, pues, que cada quien use sus propios criterios, que Dios se estará doblando de risa por tanto argüende entre las chavas y nosotros.
martes, 22 de junio de 2010
¿Y cuántos libros has escrito?
Hace unos días, gracias o por culpa del oráculo de facebook, me encontré con la primera novia oficial que tuve hace más de dos décadas. Un encuentro fortuito y extraño.
Jamás había vuelto a saber de esta mujer (hoy casada y con dos hijos), y encontrarla me hizo recordar los inicios de una dudosa actividad sentimental más cercana a la poética sumersiana ("que no me cuelgues ni me digas adiós") o a la de Marco Antonio Campos ("pero Señor, no lo olvides: haz que se arrepienta de no haberme amado"), que a una festiva introducción al amor de pareja.
Vale decir que en ese tiempo navegaba con una inocencia peregrina que sólo años después una intrépida logró inaugurar.
Pero lo que quería decir fue que, ahora sí gracias a la trinchera anónima de la tecnología, le pude decir a esta reencontrada chava, que aquella lejanísima relación, en mi casta inocencia frente al terror de un amor interrumpido, me había dejado roto, desvencijado por meses. Hasta ahí. Sin un para qué.
Ella, un poco en la cordialidad amistosa, y luego de repasar seguramente las fotos que cuelgo, me preguntó que en qué lugares había estado y que "cuántos libros había escrito".
Un par de diálogos de cortesía más y desapareció. Adiós.
Entonces me acordé que nunca volví a tener 16 años como entonces, y que ante el derrumbe y como una medida de despecho vital, había decidido enfilar mi camino hacia una de tres posibilidades vocacionales (eso pensaba entonces, decir lo que escribió Marco Antonio Campos): o me volvería torero o sacerdote o escritor. Y que algún día, aquella ingrata mujer volvería a verme, hecho no ya un huerquete baboso de corazón azulado, sino un hombre hecho y derecho (sí señor), con por lo menos un camino y un corazón educado, y al menos dos credenciales válidas en el mundo.
En qué cosas pensaba yo en ese tiempo. Y no sé lo que vio la tipa esta, pero quiero pensar que al menos feliz sí me vio.
Por mi parte sigo queriendo ser un escritor "hecho y derecho".
Creo que en eso sigo igual de inocente.
Jamás había vuelto a saber de esta mujer (hoy casada y con dos hijos), y encontrarla me hizo recordar los inicios de una dudosa actividad sentimental más cercana a la poética sumersiana ("que no me cuelgues ni me digas adiós") o a la de Marco Antonio Campos ("pero Señor, no lo olvides: haz que se arrepienta de no haberme amado"), que a una festiva introducción al amor de pareja.
Vale decir que en ese tiempo navegaba con una inocencia peregrina que sólo años después una intrépida logró inaugurar.
Pero lo que quería decir fue que, ahora sí gracias a la trinchera anónima de la tecnología, le pude decir a esta reencontrada chava, que aquella lejanísima relación, en mi casta inocencia frente al terror de un amor interrumpido, me había dejado roto, desvencijado por meses. Hasta ahí. Sin un para qué.
Ella, un poco en la cordialidad amistosa, y luego de repasar seguramente las fotos que cuelgo, me preguntó que en qué lugares había estado y que "cuántos libros había escrito".
Un par de diálogos de cortesía más y desapareció. Adiós.
Entonces me acordé que nunca volví a tener 16 años como entonces, y que ante el derrumbe y como una medida de despecho vital, había decidido enfilar mi camino hacia una de tres posibilidades vocacionales (eso pensaba entonces, decir lo que escribió Marco Antonio Campos): o me volvería torero o sacerdote o escritor. Y que algún día, aquella ingrata mujer volvería a verme, hecho no ya un huerquete baboso de corazón azulado, sino un hombre hecho y derecho (sí señor), con por lo menos un camino y un corazón educado, y al menos dos credenciales válidas en el mundo.
En qué cosas pensaba yo en ese tiempo. Y no sé lo que vio la tipa esta, pero quiero pensar que al menos feliz sí me vio.
Por mi parte sigo queriendo ser un escritor "hecho y derecho".
Creo que en eso sigo igual de inocente.
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