Las redes sociales y especialmente el Facebook
propician una sobreexhibición de la vida privada. Los internautas muestran
fotografías con su perro, su familia y hasta de las cosas más superficiales que
puede haber, todo con tal de existir para otros.
Son cada vez más frecuentes los casos de tecnodependencia, o
dependencia de los aparatos tecnológicos. El individuo que no puede conectarse
a un dispositivo a internet se muestra ansioso y sus pensamientos lo llevan a
situarse en querer estar conectado, encontrar la WI-Fi
más cercana de donde beber.
Antes la televisión, ahora es el Facebook
y el Youtube los grandes foros a conquistar. La
enorme pasarela de vanidades es para muchos más importante que estar frente a
una persona. Esta forma de relacionarse parece estar acorde con la sentencia:
Quien no existe en Facebook, no existe
en el mundo.
Pero no denostamos las redes, sólo buscamos contrastar dos
polos, dos personajes, o mejor dicho dos seres de carne y hueso absolutamente
opuestos: Enrique Peña Nieto y Gabriel Zaid.
Los dos son personajes públicos en el sentido de que son
conocidos: uno como político y el otro como escritor.
Ambos con trayectoria, aunque de diferentes edades. Peña
Nieto de 45 años, Zaid actualmente de 78. Sin embargo, lo que los hace ser
opuestos es su imagen pública. El político ha sido diputado, gobernador y hoy
es candidato a la Presidencia. Su rostro aparece en prácticamente en cada
rincón del país y por todos los medios habidos y por haber: desde la barda en
un poblado apartado, hasta su cuenta de Twitter, que acumula
hasta el viernes 4 de mayo nada menos que 605 mil 677 seguidores, una cantidad
30 por ciento mayor a toda la población de Ensenada según el censo del 2010.
De Gabriel Zaid no existen fotografías. Sencillamente porque
no asiste a eventos ni da entrevistas. Vamos, quizá se encuentren algunas en
internet, pocas, y hasta haya quien dude de su veracidad Pero no importa mucho,
el escritor e ingeniero egresado del Tec de Monterrey ha dicho que su rostro
son sus libros, y de esos sí, tiene muchos, cerca de 30.
Zaid tan prolífico, hombre de ideas. Peña Nieto posiblemente
el próximo Presidente del país. Independientemente de lo opuesto la opiniones
políticas de cada uno, ambos son claros ejemplos de un manejo de la imagen.
Podemos concluir que el mundo de las ideas es uno de los
sectores más impopulares de la tierra, pues difícilmente tendrá seguidores por
legión. La imagen de un candidato, su rostro, su carisma, es lo que puede hacer
la diferencia entre aumentar o no el número de simpatizantes.
Proponemos un ejercicio. ¿Con qué imagen se podría
representar a una figura pública como Gabriel Zaid? Y a su vez ¿Con que idea se podría representar en palabras a
Enrique Peña Nieto?
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