sábado, 21 de septiembre de 2019

Don Hesiquio Treviño Calderón

Hace unos años publiqué una reseña. El autor era un empresario veterano que, luego de retirado, se dedicó a investigar, se dedicó a la labor de historiador y sus contribuciones han sido importantes para la ciudad de Ensenada.. Fallecido hace como 20 años este libro fue reeditado. En un párrafo, dije del libro: "Su autor, don Hesiquio Treviño Calderón, pertenece a la estirpe de empresarios que no concibe el desarrollo económico sin el desarrollo humano y su reflejo en la sociedad en todos sus aspectos. Fallecido en 1999, tuvo sin duda ese motor aventurero como un Rodríguez Cabrillo y la visión humanista de don Eugenio Garza Sada, quizá el empresario y filántropo más importante que dio el siglo 20 mexicano".
El hijo de don Hesiquio, el ingeniero Treviño, es un hombretón de 1.80, regio Ex a tec, empresario y con mucho de la escuela de su padre. El ingenierio Treviño,además de exitoso empresario por décadas, era el dueño del periódico para el que yo trabajaba pero rara vez crucé palabra con él. Era muy parco, y con fama de ser muy honesto, muy derecho. Señalaba los rumbos, tomaba decisiones y siempre rechazó los cañonazos de 50 mil que ciertos políticos le ofrecían.
Mis compañeros, algunos grandes veteranos en el periodismo, sabían que las cosas no se discutían demasiado, sólo se hacían, y se hacían de la forma correcta, punto.
Prácticamente todos dejaban el alma por la empresa y su desempeño era de una entrega total. Qué esperanzas que el ingeniero Treviño diera una palmadita a alguno, mucho menos un elogio, porque siempre había un "pero".
Por eso me sorprendió que me llamara por teléfono el lunes siguiente de la publicación de la reseña. Cuando escuché su voz preguntando por mí. de pronto me vi en la calle. Algo malo motivaba esa llamada. Pero no, hablaba para decirme que le había gustado mi texto, que había sido muy acertado, y yo lo tomé como una felicitación. Fue significativa para mí aquella llamada, (a nadie de mis compañeros les había pasado algo parecido. Nunca.).
Y ni ellos ni yo entendíamos cómo el ingeniero podía haberle tocado un pequeño texto en el suplemento cultural, escrito por un recién llegado que como editor ocupaba la última mesita de la reacción.
Hoy que el tema está reactivado, creo que en buena medida, la reacción tuvo que ver con mención a don Eugenio Garza Sada quien, por lo que veo, seguirá levantando reacciones, a veces desproporcionadas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco el tiempo que te tomas para dejar un comentario. Mi correo es yadivia@hotmail.com