miércoles, 20 de abril de 2011

El balón está en el fondo

No importa cómo esté la economía ni la seguridad, ir al estadio a ver el futbol en Monterrey, es una de las actividades más viscerales, emotivas y multitudinarias que hay.

Rindiendo un homenaje al deporte de las patadas, Urbanario de mayo estará dedicado al balompié.

Entre las plumas de este número encontraremos a Daniel Salinas Basave, aficionado Tigre hasta el tuétano, pero también periodista y a últimas fechas, un exitoso autor de ensayo histórico. Con su libro Réquiem por Gutenmberg obtuvo el Premio Estatal de Literatura en la categoría de Ensayo este 2011 en su adoptiva Baja California.

Otro periodista, pero éste con una crónica aficion por el equipo de las rayas es Ángel Zamora Gallegos, quien narra sus inicios en el estadio Universitario cuando el Monterrey jugaba ahí de local. Seguidor de su equipo desde 1973, es uno de los que puede hacer un buen recuento de los grandes momentos de su equipo que, asegura él, es uno de los mejores del país. Debemos creerle.

Entre los escritores más identificados con nuestra ciudad, dos destacan no sólo por su amplio y reconocido trabajo escritural, sino por haber dedicado tiempo a escribir acerca y en forma sobre futbol.

José Eugenio Sánchez y Gerson Gómez. No deja de sorprenderme la poesía del primero, algunos de sus textos se leen con el mismo placer con el que se goza el mejor futbol brasileño: lúdico, sorpresivo y de repente el remate.

Gerson asiste al futbol y nos invita. Pero a él no le importa sólo el que se juega en el estadio, sino también el de barrio. En su texto, el terreno de juego es de pavimento: "Sobre la calle Villagómez, a eso de las cuatro de la tarde, poníamos dos blocks a cada lado. Entonces aun no comenzaba la canícula. Nos bañábamos de sol y de triunfo. Hasta acá llegaban los de la Garza Nieto y los de la Bella Vista".

Contrario a mi costumbre de no publicar trabajos de creación propios en las revistas que edito, finalmente vencí ese prurito ideológico y saco del baúl un cuento quizá más relacionado con una imaginaria relación pasada, que con el tema que nos convoca en el círculo central.

El cuento lo narra un tipo que no es aficionado, pero disfruta ciertas jugadas a veces cuadro por cuadro:

"Aclaro que no me gusta especialmente el futbol . Lo rechazo excepto por aquellos poquísimos goles esplendorosos en que Dios en persona mezcla las leyes de la física con la belleza que florece en la mecánica del universo."

Éste y otros textos aparecerán en Urbanario de mayo. Ah, y como la convocatoria dice que se cierra el 25 de abril, aún se reciben crónicas, poemas, cuentos, ensayos, todo breve, todo relacionado con el futbol. GO

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