jueves, 3 de agosto de 2017

A veces hasta florece



Hoy me hicieron un halago que no tiene nombre. La señora Carmen, la que me renta, me dijo:

—Ya vi que le floreó su platanillo.

Se refería a la planta que tengo afuera, en la banqueta. Así se llama y no sabía: platanillo.

Ahora que lo pienso, la planta la sembró un compa de nombre Cristóbal (luego contaré aquí su historia). Yo sólo me encargué de regarla.

La señora Carmen me dijo que ha sembrado varias plantas de esas, y todas se le secan. Dice que todo se le seca.
Yo le digo que cuando uno le pone cariño, todo crece.

—No, si hasta les mando besos, pero nada.

Luego me dijo que a ver cuándo voy a ayudarle con sus plantas.
Me hizo sentir especial, como si yo tuviera facilidad para eso de las plantas, pero ya quisiera.

Pienso que todo aquello en lo que uno se enfoca, crece.
A veces hasta florece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco el tiempo que te tomas para dejar un comentario. Mi correo es yadivia@hotmail.com