sábado, 27 de febrero de 2010

Súper

Ir al súper y comprar chocolate, aceite, carne, huevo, chorizo, arroz, queso, elote en lata, lechuga, brócoli, granola... ir caminando y regresar en camión. De preferencia ir con los niños.

martes, 23 de febrero de 2010

lunes, 22 de febrero de 2010

Por las mañanas

Quiero habitarte
y lo sabes
pero antes
hay que recorrer
más caminos

En tu espalda
sale el sol
y te abrazo
y siento calientito

Busco a tientas
tu boca que no habla
pues en tu baúl
todo duerme

Aunque tu mundo
no sea de palabras
quiero decirte bajito
que te quiero mucho
por las mañanas

domingo, 21 de febrero de 2010

La otra España

En mi más tierna infancia, como un recuerdo prehistórico, existió una atomósfera, un aire que respiré. Vivíamos en una casa de dos cuartos, uno mediano y uno muy pequeño, que servía de cocina, comedor, recibidor y sala, pero más bien sólo cabía una mesa redonda y una estufa pequeña. La casa tenía techo de lámina y vivíamos al fondo de la casa de mi abuelita, cruzando el patio, algo estilo vecindad.

Pienso que la pasé tranquilo, fui el primer hijo. Ahí recuerdo tonadas, arrullos, canciones. Comer y dormir. Esa época transcurrió en los setenta. Fue entre 1973 y 1979. De esta parte rescato las palabras guerrilla, Che, amor, gordo, mijo y algunas canciones, como El Cristo de Palacagüina, De colores, el adjetivo "latinoamericano", y alguien tocando la guitarra en casa, algún amigo de mis papás. Música de protesta le llamaban.

En 1975, el año en que murió Franco, la primera canción que balbucee, según cuenta mi mamá, fue Eres tú, de Mocedades. Yo estaba por cumplir tres años, mi mamá 32 y mi papá 27. Muchos menos de los que ahora tengo. Pienso que mi papás en ese momento eran unos chamacos jugando bastante en serio a formar un hogar. Debieron sortear muchas dificultades.

No sé expresar lo que ahora me provoca esa música. Pero algo se quedó guardado para siempre. Ahora sé que Sara, la novia española que tuve, me hizo revivir sin saber esas fibras hace ya casi diez años. Pero no me di cuenta porque esas conexiones estaban muy guardadas de hacía tiempo.
Conforme crecía me di cuenta que la música que más me gustaba era española: Hombres G, Mocedades, Miguel Bosé, Camilo Sesto, Le mans, Nosoträsh, Enrique y Ana, Parchis... ¿Han escuchado la canción Eres tú?¿La otra España?¿Secretaria?¿El vendedor?, pues con esas crecí sin saber de dónde provenían. Ahora las oigo y algo muy lejano y muy profundo se mueve, como si siempre hubieran estado ahí, en mi inconciente, como mi sello de fábrica.

Hace ocho años algo me llamaba a irme del país. Y decidí que tenía que ser a España. Investigué cómo viajar y la forma más barata fue un barco carguero que salía de Veracruz y tardaba 21 días en llegar a Marruecos. Luego brincar... Por tres días lo pensé. Cuando estuve a punto de tomar la decisión, no lo hice. Pensaba en mis hijos.

En fechas más recientes finalmente pisé Montjuic, el Barcino romano, llegando por El Prat de Llobregat junto al Mediterráneo, y fueron días de sentir en carne abierta la ciudad en el que con gusto me habría quedado a vivir. El ambiente de algunas letras españolas que vi en la facultad, ahora las vivía. Sara recorrió conmigo la ciudad, ya no como mi pareja, sino como la amiga que me dio una gran lección de cariño, de dignidad, de humildad y de regalo humano.

Ahora estoy en el mejor lugar que puedo estar, al lado de mis hijos. Y enamorado de una mujer que como si tuviera 20 años más, ha descubierto las cosas más sencillas del amor. De ella aprendo. También de mis hijos.

Todavía siento que estoy en el comienzo, pero definitivamente creo que mi otra España está aquí.


*

sábado, 20 de febrero de 2010

Aforismos

El amor es lo que queda pasado el orgasmo.

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Pareciera que cuesta más confiar en personas cuerdas. Quizá esa confianza es la medida de nuestra cordura.

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Tengo la peregrina idea de que entre más vanidad le ponen a su cintura, más alérgicas son a la reflexión. Parece que todas sus ideas originales se les quedaran pegadas a la plancha de pelo.

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"Estuve viviendo un tiempo con una mujer, hasta que me di cuenta que teníamos los mismos gustos: a ella también le gustaban las mujeres". Groucho Marx.

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Parece que entre más grande es el mundo de alguien, a menos personas necesita. Pero también podemos necesitar a muy pocas personas y tener un mundo reducidísimo.

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La mujer es un objeto de consumo; si su precio fuera siempre sólo en efectivo, sería un precio bajísimo.

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El hombre es tan dependiente de la mujer, que no le importa que ésta sea muy bonita.

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La belleza de ellas es la medida de nuestro orgullo. Cuándo una mujer en su sano juicio va a elegir a un hombre por el solo hecho de que le parezca muy atractivo. Con unos cuantos millones, hasta Ronaldinho es modelo de belleza masculina.

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Quien en el chat mantiene su estado como desconectado, es como si dejara apagadas las luces de afuera de su casa estando adentro.

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Por qué nos creemos tan chingones retándonos con albures, si en el fondo el albur es un coqueteo de homosexuales. Lo único que está en juego es quién es el activo.

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El sexo, el poder y el dinero son unos triates que tuvieron problemas al nacer, no se les desarrolló bien el cerebro y tienen una deformidad en la cara, por eso usan una máscara hermosa que muchísimos desean.

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Que nos vean señalarles el horizonte, que nos hagan sentir que nos necesitan y que nos admiren un poco. Pero ellas quieren todo: quieren sentirse amadas.

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Mi mujer es un objeto sexual, cada vez que quiero sexo, ella objeta. (Jorge Luis Luna López).


***

viernes, 19 de febrero de 2010

Realidad

Hay algo que no entiendo y que me gustaría entender,
y esto es: por qué se sospecha más de la apariencia
que de la verdad llana.

Estoy viendo un camino de árboles que dentro de dos años
posiblemente sigan ahí. Pero en dos años nosotros, tú, yo,
los coches que pasan, ya no seremos los mismos.

El tiempo comenzará a desparramarse, y debajo
de cada verdad llana y simple, brotará la realidad,
como los árboles, que no les da tristeza el tiempo.

jueves, 18 de febrero de 2010

Se estrella avión en edificio de Austin

Austin, Texas (18 febrero 2010).- Un pequeño avión privado se estrelló hoy contra un edificio de siete pisos en Austin, Texas.

La aeronave impactó el edificio edificio de la Administración Tributaria estadounidense, cerca de la Carretera 183, aproximadamente a las 10:00 horas locales.

La cadena CNN informó que, según un funcionario federal, la aeronave habría sido impactada intencionalmente contra el edificio por un hombre que poco antes incendió su casa.

Humo negro salía del segundo y tercer piso del edificio mientras los bomberos intentaban controlar el incendio con mangueras.

La gente evacuó el inmueble y se reunió en el estacionamiento.

Autoridades reportaron que hay dos personas hospitalizadas y una desaparecida.

Dawn Clopton, jefe de división del departamento de Bomberos de Austin, señaló que el avión era un pequeño aparato privado y que el edificio está ubicado en una autopista principal de la ciudad.

Una columna de humo era visible desde varios kilómetros del lugar.

Con información de AP

miércoles, 17 de febrero de 2010

Del amor y otras fantasías

Dos fantasías recurrentes. La primera ya me sucedió más veces de las que hubiese deseado. La segunda sólo parcialmente.



1) Primera. Mi pareja y yo tenemos un idilio de muchos meses juntos. Soñados, plenos. Ya ideamos algunos planes. Un día ella levanta el teléfono y me dice que es mejor terminar. Levanta el teléfono o me manda un correo o se baja del coche o me escribe una carta. Pero la película es la misma, y no la vuelvo a ver por más que la busco. Por quince días con sus noches me observo crecer las uñas de los pies borronándome los cachetes y tratando de encontrar alguna explicación donde no la hay, es decir, en las uñas de mis pies.

Tres o siete o diez años despúes, cuando soy muy feliz con mi mujer, aparece el angelito, mueve una alita, hace ojitos, da señales de vida.



2) Segunda. Mi mujer y yo tenemos ya tiempo juntos. Ya. No viviendo juntos, pues, sólo como pareja. Podemos hacer una lista larga de lo que nos ha pasado. Y decidimos, finalmente, vivir juntos. Pero no deseamos invitar a ningún juez a la casa para que homologue nuestro amor con el amor de la pareja de enfrente y con el que lleva en su diario . Entonces mi mujer y yo decidimos firmar una cartita donde nos decimos una par de cosas que deseamos hacer en pareja, y le ponemos un nombre como Acuerdo de Mayo, o Convenio de La Nube y el Negro, o bien Contrato de amor por un día (hoy), o Trato del 7 del Agosto (convertido con el tiempo simplemente en el 708). Entonces invitamos a cenar a diez o doce amigos muy queridos y les compartimos nuestra alegría de estar juntos.


***

Hoy en la noche quería ir a la presentación del libro de un cuate. Quería saludarlo. O quién sabe, ahora que se volvió famoso tal vez tenga compromisos. Yo lo sigo pensando igual de sencillo, igual de honesto. Me enteré que está pasando una etapa que podría cambiar su vida y quería verlo.
Ni hablar, lo seguiré leyendo en las revistas que publica y lo saludaré luego por el facebook.

Uno de mis hijos necesita unas cosas que hay que ir a comprar en la noche que llegue a la casa. Además de días para acá anda irritable, raro...

***

He pensado en las formas en que se puede alimentar el amor diariamente.
Dice el doctor Manuel Saravia Oliver:


El amor saludable es compartir una visión de futuro, es ser consciente de los propios juegos de poder y los de la pareja. Es saber atender y conocer las necesidades afectivas del otro. Implica centrarse en lo que funciona y resaltar las cualidades de la pareja y la relación.



Del amor y otros demonios

Hoy vino un abogado a la oficina, alguien con quien platico muy bien. Él es alguien que se define como un macho alfa, lo que a mí me provoca cierta extrañeza y curiosidad.
Vino y se sentó en mi escritorio y mientras yo terminaba con unos pendientes, directamente le pregunté que qué pensaba sobre el machismo. El es uno de esos tipos que no para de hablar y que para todo tiene respuestas y argumentos.
De entrada me dijo que el machismo nos viene por naturaleza, y de ahí en delante soltó todo un rollo sobre las diferencias de las especies, que si Nietzsche dijo y que si los roles de hombres y mujeres ya dados como naturales.
Él también escribe, y la semana pasada que me enseñó en tono triunfante algunos de sus poemas la verdad no paré en mientes y le expliqué con peras y manzanas cómo podría abordar la escritura de un poema. Varios días me lo recordó porque al parecer no le gustó que no alabara sus poemas, pero bueno.
Hoy vino a quitarme un poco el tiempo y terminamos hablando del amor. Más bien poco a poco lo fui cuestionando hasta que llegamos al tema.
Vi que tiene una postura no sólo muy tradicional (las mujeres son más aptas para la casa; los hombres son mejores como proveedores), sino también machista. Lo reconoció, sin embargo, aclaró, que "prefería darle un golpe a la pared antes que levantarle la mano a su esposa".
Está demás decir el tipo de comentarios que suele hacer, y que a mí me provoca una leve sonrisa. Especialmente con el trato a las mujeres.
Más adelante le dije que me parecía que los hombres sufríamos de varios problemas como género, por cultura o por tradición, pero que no hemos superado bien. Uno de ellos es no ver a las mujeres de entrada como personas, sino valorarlas primero por su aspecto físico. El segundo es que yo veía muy común que nosotros fuéramos de una relación a otra como Tarzán por varias lianas; es decir, no dejar una hasta que no tengamos lista otra. El miedo a la soledad afectiva. Y el tercero, que en términos generales, los hombres no sabíamos amar.
Se quedó pensando un momento. Luego lo que me contestó me pareció muy interesante. Dijo que a nosotros el amor nos imposibilita, nos jode, nos manda a la chingada (a todo agrega un viril ¿a poco no?). Y sí, estuve de acuerdo que el amor puede apendejar un poco, a mujeres y hombres, pero que mucho dependía del tipo de relación que queramos llevar. Pero el amor no es ningún demonio, ni tampoco una maldición. Por qué va a serlo.
Le dije que muchos hombres piensan que el amor es seducir o enamorar o hacerse amar o, más bien, admirar, y se quedan en eso, pero que lo realmente valioso no es tener una relación de pareja, sino que lo difícil y lo que más vale la pena, es que esa relación sea sana y duradera.
Se tuvo que ir de improviso. Quizá se fue pensando, pero al menos siento yo que no ando en los niveles de él.
Creo que si fuera más machista de lo que soy, ya tendría a alguien cerca por acá, mientras celo a mi novia que está a dos mil kilómetros de mi casa. No sé.
Hoy pensé que esa necesidad de ser y sentirse amados en nosotros no es tan presente como lo he visto en el discurso de muchas mujeres. Tal vez a nosotros nos viene de otro modo, más como ser reconocidos y atendidos en lo que hacemos/decimos/pensamos, y así sentirnos que somos realmente importantes para la pareja.
Tal vez me equivoque, pero es lo que he visto.

martes, 16 de febrero de 2010

Escuchas tararear una canción

Leyendo una revista en Sanborns, a tus espaldas alguien tararea la música ambiental. Pero se escucha sólo un leve siseo.

Tú tratas de adivinar si se trata de una mujer o un gay.

lunes, 15 de febrero de 2010

Mi Rosa



“Sois bellas, pero aún estáis vacías —agregó todavía—. Nadie puede morir por vosotras. Es probable que una persona común crea que mi rosa se os parece. Ella siendo sólo una, es sin duda más importante que todas vosotras, pues es ella la rosa a quien he regado, a quien he puesto bajo un globo; es la rosa que abrigué con el biombo. Ella es la rosa cuyas orugas maté (excepto unas pocas que se hicieron mariposas). Ella es a quien escuché quejarse, alabarse y aún algunas veces, callarse. Ella es mi rosa...”. Antoine de Saint-Exupery.

domingo, 14 de febrero de 2010

Amor sin escalas


Por Gerardo Ortega
No del todo dentro de la industria hollywoodense, George Clooney se ha distinguido por seleccionar bien las cintas en las que trabaja, incluso ha llegado participar en ellas por verdadera convicción, como sucedió con Buenas noches, y buena suerte (2005), en la que cobró un dólar por escribirla, un dólar por dirigirla y un dólar por actuarla.

Ahora, en Amor sin escalas, Clooney encarna a Ryan Bingham, un experto en despedir amable y eficazmente empleados, y que pasa la mayor parte del año a bordo de un avión. Además, es tan encantador como falto de escrúpulos. Impecable e implacable; su insensibilidad y su sonrisa contrastan notablemente con la zozobra y angustia que provoca en los empleados que despide.

Contratado para liquidar personal, Bingham vive su soltería y al parecer disfruta de su trabajo. Incluso tiene en mente obtener el reconocimiento de la aerolínea por haber volado 16 millones de kilómetros… o lo que es lo mismo, ser un soltero con mucho kilometraje.

Así, sin dudas existenciales y amorosas, conoce a Alex Goran (Vera Fanning), una cincuentona con una vida muy parecida a la de él por lo que pronto hacen conexión. La trama gira aparentemente en esa relación libre, relajada, a veces divertida.

Pero así como en Buenas noches, y buena suerte se ponen en evidencia de manera inteligente las mentiras e hipocresía del sistema político norteamericano de principios de los cincuenta, Amor sin escalas tiene como transfondo la crisis económica por la que pasamos, y de la que las empresas no escapan.

Dirigida por Jason Reitman y en la que aparece también una joven Anna Kendrick como una recién egresada que por momentos pone en aprietos a Bringham, la cinta muestra las miserias del sistema capitalista que tira a la basura a los empleados que dejan de estar en el mapa económico.

El interés de Bringham en mantener una relación con Alex Goran y el desenlace que vendrá, así como el contexto de la eficiencia empresarial le dan a la película agilidad y la tensión suficiente para hacerla de actualidad.

Con ciertas dosis de comedia, y con inteligentes toques dramáticos, la cinta puede dejar satisfechos a los seguidores de George Clooney, pero también puede hacer pensar que las historias de amor, fallidas o no, son parte de una era mundializada (y a veces injusta) en la que vivimos.

Amor sin escalas hace una crítica certera y a la vez disimulada de algunos valores proempresariales, y al mismo tiempo nos ofrece una anécdota que quiere ser de amor, pero que los hombres confiados, triunfadores y libres no pueden prever.

sábado, 13 de febrero de 2010

Escribiendo Amor sin escalas


Los blogues que salen de los blogues


No sé si a muchos o a todos les suceda como a mí. La lectura de otros blogues, al menos los que uno visita regularmente, nos mueven a pensar y muchas veces a escribir. Son, lo imagino así, como una mesa de billar, donde la lectura de un blog provoca un movimiento (escritura) en otro, es decir, en el propio.

Los temas son de lo más variado, pero algún nexo amistoso, o al menos de empatía, nos conecta con el autor de ese otro blog. "Vamos a ver qué escribió ahora fulano", nos decimos. "Qué habrá puesto ahora fulana". Y ahí aparece su voz, sus inquietudes y obesiones con las que no tenemos que estar de acuerdo, sin embargo, pienso yo, seguramente nos hará sentir que estamos frente a un ser humano con anhelos y pasiones, y siempre nos dejarán algo en qué pensar y, en mi caso, algo más por escribir.

Borges (cita a Borges, dicen, siempre pega, ja), el viejo Borges decía que los libros salen de los libros. ¿No podríamos decir ahora nosotros que una parte de los blogues, salen de otros blogues?

Mi Nube, a ritmo de blues


Nuestro estimado Valdi está terminando una rolita cuya letra es Mi Nube, un texto mío que ya ha circulado por ahí. Según me cuenta está quedando a ritmo de blues. Los invito para que conozcan parte de su trabajo:

http://www.myspace.com/valdiviaesparandrapo

Víctor Hugo Valdivia, mejor conocido como Valdivia Esparandrapo, o simplemente El Valdi para el personal.

Para quienes no conozcan el poemita Mi Nube:

Conocí a mi nube en el verano
Como ella venía del mar
y yo del desierto
me dio de beber
aire fresco

La que hoy es mi nube
pinta el cielo
sin guardar las formas
yo la respiro
y me siento contento

Quiero a mi nube
y a mis hijos les gusta
me preguntan a dónde
irá ella si llueve

Les digo que la tendremos
dentro de casa
arriba del ropero
mientras escampa

Pero no creo que aguante
mi nube es tan libre
que una mañana
se irá a pasear
alrededor del mundo

Por eso abrazo a mi nube
y le digo adiós cada noche
Te querremos siempre Nube
aquí tienes tu casa
ven a desayunar

viernes, 12 de febrero de 2010

Avión de Mexicana aterriza de panzazo en Monterrey


Anoche un avión de Mexicana aterrizó de panzazo en Monterrey. Aquí hemos comentado los graves contratiempos que se han registrado principalmente en Aeroméxico y Mexicana, las dos líneas aéreas más importantes del país. Algo está pasando.
Enseguida la nota de hoy de Alberto Rodríguez y Camilo Lizcano para grupo Reforma:

Monterrey, México (12 febrero 2010).- Una falla en el tren de aterrizaje provocó que un avión de la línea Click de Mexicana de Aviación, que transportaba a 92 pasajeros y 4 integrantes de la tripulación, tuviera que aterrizar de emergencia anoche en el Aeropuerto Internacional de Monterrey.

Según informó la Policía Federal, en punto de las 20:20 horas el capitán de la aeronave modelo Fokker 100, con número comercial 7222, que cubría la ruta México- Nuevo Laredo, detectó un problema con el tren de aterrizaje delantero, por lo que informó a la torre de control de la terminal aérea que necesitaba aterrizar de emergencia.

Francisco Javier Calatayud, coordinador de la Policía Federal en Nuevo León, informó que, tras ser suspendido el tráfico aéreo, el piloto del avión realizó un sobrevuelo por espacio de 20 minutos para gastar combustible, y posteriormente aterrizar a las 20:40 horas en la pista norte de la terminal.

"A las 20:20 de la noche, el piloto del avión, con 92 pasajeros y 4 de tripulación, informó que traía una falla en el tren de aterrizaje delantero y tomó la decisión de aterrizar en este aeropuerto; aterrizó, como se conoce, 'de panzazo'... se salió de la pista.

"Inmediatamente, la Policía y el Aeropuerto atendieron la emergencia, con saldo de un lesionado leve.

"Los demás pasajeros sólo estuvieron nerviosos, descendieron por los toboganes y serán trasladados por autobús a su destino", comentó Calatayud.

Nancy Cabrera Sandoval, una de las pasajeras que viajaba en el avión, comentó que hubo momentos de pánico, pero los pilotos y el personal lograron calmarlos.

Cuando se detuvo el avión, explicó la pasajera, hubo júbilo.

"Todo estaba perfecto hasta que nos informaron que las llantas del lado derecho no estaban bajando; tuvimos que bajar en Monterrey.

Todos pensamos lo peor", dijo.

"Unos preferimos hablar, otros se pusieron a rezar, creo que una persona lloró. Lo mejor es que no iban niños o personas adultas".

Hasta las 23:50 horas de ayer jueves, el tráfico aéreo permanecía suspendido en el Aeropuerto. Foto: PFP.

jueves, 11 de febrero de 2010

Los adioses del forastero*


Si no es el que más admiro, creo que sí es el poeta cuya obra sigo con más cálido apego.
Se trata de Marco Antonio Campos, a quien conocí en persona cuando yo cargaba a todas partes mi únicos tres poemas que le mostré doblados en cuatro en el café Francia, en Aguascalientes, si no me equivoco fue el sábado 2 de octubre de 1993. (Lo volví a ver el jueves 26 de febrero del 2009, en Minería, y por la tarde nos echamos, con otros cuates entre ellos mi querido Margarito, unas cervezas y hasta me llamó poeta, con camaradería, chingao, quizá fue la chela, jejeje).
Con el tiempo me di cuenta que me unía algo más que ese recuerdo. La tristeza, la nostalgia, la melancolía, la inasibilidad del amor son constantes en mis textos, igual que existen en su obra.
Y una de esas constantes en los poemas de Campos es la mujer, especialmente las que, como en un tiempo me pasó a mí, nos dejan de lado por quién sabe qué razones.

"Las mujeres que más recordamos", cuenta Campos en una entrevista, "son las que nos abandonan y nos lastiman y los poemas salen casi naturalmente en esos momentos. No recomiendo de ninguna manera el desamor para escribir poesía, pero tal vez tiene más complejidades psíquicas y posibilidades poéticas que el amor en plenitud. No sé cuántas veces al día pensamos en las mujeres y cuántas veces deseamos a mujeres que vemos durante un día."

Debido a que los desencuentros amorosos en mi vida son cosa del pasado, ahora tengo poco de esa veta para escribir. Ahora, si quiero seguir en el oficio, debo también, como antes lo hacía pero menos, trabajar otros temas, ser capaz incluso de escribir de alguna manera sobre lo que mi querido poeta llama "amor en plenitud".

De todos modos creo que mantengo un tono de nostalgia dentro de la alegría. Una nostalgia, quizá, un poco al estilo de Campos, con la salvedad de que él es un maestro.

Aquí va algo mío que pongo a consideración del respetable:

Ensenada-Tijuana

Había tanta agua amontonada a mis pies que no pude escribir ni media hora. Vi en los periódicos algo sobre la última letra y en mí encontré una "n" de noche o de nube, de nave quizá, mas eso no haría noticiero, tal vez una pared con versos de otros y pases de abordar.

Pero al tiempo que regreso por el barandal de una playa que desliza la ruta de los turistas y enamorados, al tiempo que me arrellano en un asiento improbable junto a la ventana, pienso en lo que me permanece al partir, en eso que no era necesario buscarlo hasta acá porque ya lo llevo antes de ahora sin importar que sea lunes por la mañana y hasta el cielo.

El murmullo toma curvas y a mi izquierda el mar rezuma la arena. Puedo ver por la ventana apenas cerrar los ojos, toda la ciudad que dejo a atrás y la ventana en la que dormí en un segundo piso sobre la calle llovida y fría.





*El título corresponde a un libro de MAC.

Chiste

Hijo: Papá, papá, ¿ya conoces el chiste de El chapulín colorado?
Papá: No, hijito.
Hijo: Lo sospeché desde un principio.

martes, 9 de febrero de 2010

Las mil y una noches

Apenas llegué hoy con mi entrenadora, me puse a llorar.

No quiero hacer Las mil y una noches de ello, sólo que me pareció muy curioso porque no había motivo aparente. Y quien me entienda sabrá ver que no hay motivo aparente pero que sí lo hay. O lo hay aunque nadie lo entienda y ni falta que hace ¿Sí soy claro? Dos o tres entes femeninos podrán entender una historia infinita con que sólo les diga: "En el antiguo Imperio de Persia, había un monarca poderoso amado por su pueblo y temido por sus enemigos".

Pero yo digo que no había motivos para ese llanto soflamero. De hecho, los últimos días fueron felices/intensos/bellos. Anoche apenas vi uno de los anocheceres más bellos que he visto en mi vida: nubes de alfombra a media luz y al final, un crayón gigante pintó una franja roja en el horizonte. Los Airbus 320 se distinguen por tener 174 asientos y por permanecer impávidos a cualquier atardecer, por hermosos que éstos sean. Pero escuchando música sabrosa y mirando aquello, creo que difícilmente se repetirá un cuadro tan hermoso.

También anoche completé mis primeras setentaiséis horas de vuelo, persignando al país en un trayecto que, de no resultarme tan disfrutable, hubiera sido parcialmente ocioso. Ya está ése y todos los demás datos apuntados en mi bitácora personal que apenas ha llenado la escalera de una página.

Muchas imágenes bellas el fin de semana. Como esa del viento soplando en la playa. O como la del café. Creo que todos mis sentidos estuveron procesando material a su máxima capacidad y apenas las horas de sueño fueron respetadas.

El fin de semana, también, comprobé una vez más que el amor bien nos puede pasar encima y uno no tiene por qué patalear ni ponerlo en itálicas: nadie se ha muerto porque ame demasiado, simplemente porque el amor nunca es demasiado; puede ser mucho o bastante, pero no demasiado. Ahora, también, sé que el amor bien dado hace feliz. Y el bien recibido, también... chingao sonrío nomás de acordarme. Ustedes disculpen.

Pero apenas toqué tierra en el Mariano, y las llamadas, los mensajes, los pendientes... todo era como maleza con árboles caídos.

Sí, creo que estoy algo tensionado por el trabajo y por cierta presión de no descuidar mucho a los niños. En unos meses su madre cumplirá cuatro años de que no está con ellos y evidentemente Ernesto ya está cruzando otro sector del tablero. Por cierto, mañana cumplirá sus primeros doce años de vida y percibo que sus intereses están cambiando, poco a poco, sutilmente. Me alegra mucho que mañana reciba un pastel como el que le gusta... ah, y también un hermoso regalo cortesía de mi Nube que vive bajo mis cobijas y en su casa.

Mis hijos me necesitan y a veces quiero convencerme de que este barco camina para adelante.

Decía que apenas llegué con mi entrenadora, me puse a llorar. Y no supe decir por qué. Tal vez al escribir todo esto algo me responda. Pero entre mis hipótesis está una que no quiero explicar a detalle pero que yo llamo la Hipótesis del sismo. Es como si en las costas de Guerrero se despierta un terremoto, pero ahí pasa desapercibido; llega a la Ciudad de México y rompe el drenaje. Más o menos. Digo más o menos porque me da pudor explicar más. Es un ejemplo que en unos días ya no será válido.

Bueno, pues ya está. Vámonos a dormir que creo que traigo resaca de viaje, de amor, de trabajo. Los chicos sí lloran pero de momento no nos quedaremos pisteando más. Salud por el amor.

El respeto

Papá: Y recuerda, hijito, respetar, especialmente a las mujeres,
Hijo: ¿Siempre, papá?
Papá: Siempre.
Hijo: ¿Siempre, siempre?
Papá: Bueno: hasta que alguna te suplique lo contrario.
Hijo: ...

lunes, 1 de febrero de 2010

El Concorde, mi papá y un accidente que platica

No sé si yo también soy así, pero mi papá es una persona que viene contando las mismas anécdotas y los mismos chistes desde hace más de 30 años, por lo que mi interés en sus episodios y patoaventuras por desgracia ya no es el mismo.

Sin embargo, creo que una de las anécdotas más recientes incluidas en su catálogo, cuando la plática deriva en asuntos relacionados con los hijos, es la vez que se cayó el Concorde el 25 de julio del 2000, en el Charles de Gaulle.

Mi hermana Ángelbra, quien ha hecho de las matemáticas un modus vivendi, desde muy chica vivió fuera de casa como estudiante y luego como investigadora. (En el fondo pienso que halló la excusa perfecta para no trabajar y poder viajar y disfrutar de la vida a costa de una profesión en la cual nadie o muy pocos pueden desmentir, ja).
Bueno, mi papá presume a su hija con esta anécdota:

Dice que cuando se enteró del accidente del Concorde inmediatamente se alarmó al extremo. Un amigo que estaba con él le preguntó en tono de broma "¿Ay, a poco tu hija viaja en el Concorde?" a lo que el contestó "¡Nombre, si mi hija andaba abajo, por donde se cayó!".

***
En fin. Hoy, a diez años del accidente, las autoridades determinaron que la culpa fue dos empleados de Continental, dos del programa Concorde y uno de las autoridades aeronáuticas francesas.

El primer vuelo de prueba del segundo avión supersónico de la historia se realizó en marzo del 69 y empezó a volar normalmente en enero del 76. Su último vuelo fue en noviembre del 2003.

En total de construyeron 20 aparatos, pero como dejó de ser costeable y siempre tuvo un muy alto índice de contaminación auditiva (o sea que era bien pinche ruidoso), finalmente pues le dieron cuello. Claro, tuvo mucho que ver el único accidente que tuvo, el del año 2000 en París.

La primera piloto mexicana

Texto de Sara Pantoja para El Universal de hoy lunes 1 de febrero del 2010.
Cada que suben a una aeronave, en su mente piensan: “Abuelita, pilotea tú, ahí vamos”. Hijas y nietos de Emma Catalina Encinas Aguayo confían en que, incluso desde el más allá, la primera mujer mexicana que recibió una licencia de piloto aviador, guíe sus vuelos.

En el Mes de la Aviación Nacional y a 20 años de su fallecimiento, que coinciden con el centenario de la Revolución Mexicana, sus hijas Patricia y Catalina recuerdan su infancia.

Nacida el 24 de octubre de 1909, era muy pequeña cuando junto con su familia tuvo que salir huyendo de las tropas del general Francisco Villa. El movimiento revolucionario arrasó con las propiedades de su familia en Mineral de Dolores, Chihuahua, su tierra natal.

Su padre era de Sonora y su madre, de Chihuahua. De pequeña la mandaron a estudiar a Estados Unidos, donde terminó la high school.

Como un juego de la vida, un día entre sus amigas se asignaron al azar la ocupación que que tendrían de grandes. “¡Tú vas a ser aviadora!” le dijeron.

Sus primeros contactos con los pájaros mecánicos fueron a través de una amiga cuyo novio era hermano del coronel Roberto Fierro, quien para entonces era un as en la aviación mexicana y creador de la primer escuela de aviación que operó en la República mexicana.

Cuando comunicó sus deseos de estudio a su padre, éste se negó, pero su madre le dio sus ahorros para que aprendiera el arte de volar. Luego ella misma se los pagó con lo que ganaba como profesora de inglés de los pilotos, y de hacer traducciones para una revista de aviación. Uno de sus instructores fue el capitán Ricardo González Figueroa.

Vuelos rectos, nivelados, “ochos”, “latigazos” y “picadas” eran las suertes que aprendió a hacer en el aire.

El día en que hizo su examen a la base de Balbuena, el 20 de noviembre de 1932, mucha gente acudió, “pero era para ver cómo se estrellaba una mujer piloto”. Su avión Tormenta era un Spartan biplano con monomotor de 85 caballos de fuerza, llamado así por el ruido que hacía cuando arrancaba, según decía.

El vuelo fue un éxito y ella salió en hombros hasta el Zócalo capitalino. Una semana después obtuvo la licencia número 54, que la convirtió en la primera mujer mexicana en recibir ese documento oficial y la segunda en toda América Latina.

Fue amiga por correspondencia de Amelia Earhart, piloto aviador muy reconocida en Estados Unidos, que murió cuando su avión desapareció al tratar de cruzar el norte del océano Atlántico.

Sus años de vuelo terminaron cuando decidió seguir a su esposo médico a Las Choapas, en el estado de Veracruz, a atender a pequeñas comunidades.

“Todo pasa por algo, tú ten paciencia”, era una de sus frases más comunes. Ella decía que era una mujer que nació antes de su tiempo.

Conocedora de los idiomas

Multirreconocida a nivel latinoamericano, en los vuelos comerciales que abordaba era común que los pilotos la invitaran a la cabina en pleno vuelo.

Políglota, intérprete oficial y traductora por años de la familia Echeverría, cada año le asignaban la traducción de los informes presidenciales. Fue también perito traductora en distintas dependencias y oficinas de gobierno.

En uno de los tantos momentos de la historia, le tocó traducir la noticia de la muerte del presidente estadounidense John F. Kennedy, a quien conoció una semana antes. En una semana que viajó a Brasil, aprendió a hablar portugués.

Sus nietos la recuerdan como una mujer que “todo el tiempo estaba sentada frente a la máquina de escribir. Una mujer sumamente trabajadora”. Además, tocaba el piano como maestra y tuvo su propia escuela de ballet.

Luego de haber viajado por todo el mundo y haber librado dos paros cardiacos, un derrame cerebral le limitó el habla a decir sólo “gracias”.

Uno de los anhelos más grandes de Emma antes de morir era ver su busto en la Galería de los Próceres de la Aviación Mundial, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Sus hijas cuentan que las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de entonces les dijeron que eso lo harían sólo hasta después de que Emma Catalina muriera. Las damas de la Mesa Redonda Panamericana —de la que fue muchos años presidenta— hicieron una colecta y pagaron para hacerlo. Emma sólo alcanzó a ver el molde del busto, pues murió 15 de noviembre de 1990. Dos años después se le rindió un homenaje y finalmente se develó la escultura en el recinto del AICM.

A dos décadas de su muerte, aún queda un pendiente, según sus hijas: que las autoridades del GDF le pongan su nombre a una de las calles de la colonia Aviación, en Venustiano Carranza.


Fotos tomadas del libro Grandes vuelos en la aviación mexicana, de Manuel Ruiz Romero, México, Grupo editorial Aviación, 1986, p. 156 y 158.

Cita del tiempo

Pudimos conocernos diez años antes
cuando nuestras vidas eran un laberinto sin salida
disfrazado de jardín de sueños.
Pudimos cruzarnos en una esquina, en un bar, en un plaza
y no habría habido en nuestras miradas
ni un asomo de promesa.
Hoy que hemos hecho y deshecho la mitad de nuestras vidas
toco tus manos y tu cara
y veo que nada de lo que fuimos se nos parece,
y descubro, también,
con alegría,
que soy el hombre que quieres que te cobije.