Ángela Ortega Ortega fue una niña peculiar porque le gustaban las matemáticas, porque las disfrutaba y les encontraba algo de diversión a la vez que de desafío. Cuando estaba en segundo año de primaria, su madre un día no la encontró en la escuela: se la habían llevado a otro plantel a concursar en matemáticas. En el certamen, luego de tres reñidos desempates, obtuvo el segundo sitio en la competencia de zona. “Pasaban de las dos de la tarde”, recuerda “pero me gustó esa experiencia”.
Nadie iba a imaginar que veinte años después, ese mismo gusto la iba a llevar muy lejos de su natal Monterrey.
“Conforme avanzaba de grado”, rememora “encontraba cierto encanto de descubrir algo nuevo”.
En 1er. grado de secundaria participó en un concurso nacional de Matemáticas, en Veracruz, donde obtuvo el quinto lugar.
En la prepa un maestro le dijo que como matemática, su futuro sería dar clases, que de preferencia escogiera una carrera más redituable, ingeniería, por ejemplo, de lo contrario sería un desperdicio. Pero Ángela siguió firme en hacerle más caso a su gusto por seguir con sus descubrimientos con los números
“Me inscribí en Físico Matemáticas, en Computación, más por la facultad que por la carrera. Una vez que estuve ahí, pues me tocaron buenos maestros”, dice.
Pero ella como alumna tampoco se quedó atrás, ya que obtuvo el primer lugar de su generación.
“En segundo semestre me cambié a Matemáticas; la verdad terminar o no dando clases no era algo que me preocupara.”
Luego de concluir la licenciatura en Matemáticas, Ángela ingresó a la maestría en la misma disciplina en el Centro de Investigación en Matemáticas, CIMAT, en la ciudad de Guanajuato, en donde estuvo de 1996 a 1999.
“En la licenciatura te enseñan matemáticas más bien elementales, más o menos hasta los años treinta o cuarenta. En cambio en la maestría en el CIMAT vimos otro tipo de matemáticas, digamos que más modernas. Ahí supe de la existencia de otras áreas.”
Al terminar la maestría Ángela siguió con un doctorado en Matemáticas en la Universidad de Niza, Francia, pero antes tomó un curso de un año en aquel país sobre espacios moduli de haces vectoriales.
Finalmente, el 15 de septiembre del 2003, nueve días después de cumplir 28 años, se graduó con mención de honor como doctora en Matemáticas con una tesis sobre geometría algebraica.
¿Cómo es el trabajo de un matemático?
"A los matemáticos nos gusta escuchar a otros hablar sobre su trabajo, no es lo mismo que lo leas. El proceso de enseñanza aprendizaje está más basado en la explicación en persona, además del placer de hablar de algo que te gusta, digamos que es un placer que te caiga el veinte."
¿Cómo te ves de aquí a diez años?"Haciendo lo mismo, en cualquier lado."
¿En qué lugares has impartido conferencias, o pláticas, como tú las llamas?"En Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania."
¿Y a congresos, como participante, a dónde has ido?
"A España, Italia, Alemania, Francia, Corea, Japón y Brasil."
Parece que es fácil viajar siendo matemático
"Lo que pasa es que como las matemáticas no necesitan laboratorios ni grandes equipos, pues buena parte del dinero se invierte en poner a muchos matemáticos juntos."
Y efectivamente, a Ángela eso de dar clases siempre la tuvo sin cuidado, paradójicamente actualmente imparte matemáticas en una de las más prestigiosas instituciones europeas: la Universidad Humboldt de Berlín, un centro por cuyas aulas han pasado desde los filósofos Schopenhauer y Hegel, hasta el físico Albert Einstein y la expresidenta de Chile, Michel Bachelet, sin mencionar una lista de 29 premios Nobel.
Desde Berlín, ¿qué piensas de la moda?
"Tendrías que preguntarme más precisamente. Lo primero que se me ocurre son esos vestidos sofisticados y originales de diseñadores que veo en los escapartes cerca de la casa en Berlín. Aprecio la originalidad y me gusta verlos, aunque no usaría muchos de ellos. En general no pienso mucho en la moda."
¿Qué harías si te digo que te regalo 30 pares de zapatos?
“Pues si me los regalas de golpe lo primero que pienso es: ¿me quedarán? ¿dónde los pongo? si me das un bono para comprar 30 zapatos a gastar de un jalón, pues yo creo que terminaría compartiéndolo con alguna amiga o Gavi… me daría flojera comprar tantos zapatos. En general me gusta un cierto tipo de zapatos y no cambio mucho de estilo; los uso hasta que me los acabo. Ahora mismo tengo tres pares usables, las sandalias, los tenis y los zapatos que excepcionalmente uso cuando me pongo un vestido. Me interesa más la funcionalidad de los zapatos que la variedad: los zapatos de correr, los zapatos de ocasiones elegantes, los de diario, los de nieve, los de calor. Y muy importante: tooodos deben saber bailar: zapato que no baila, zapato que no sale del clóset.”
Ah, porque a Ángela, por cierto, también le gusta mucho bailar.
Que libro recomiendas para geometría algebraica, veo que impartiste un curso en UNAM-UMNSH
ResponderEliminarFelicidades Angela, por un año mas de vida. siempre me acuerdo de Ti todos los 6 de septiembre, que es un número perfecto. y tambien otros días me acuerdo. atte. Jesús, un Amigo que te Aprecia Mucho. Te mando un beso en tu mejilla. que la pases super.
ResponderEliminar