viernes, 19 de junio de 2020

Dinero, emoción, juventud y cerebro





Uno tarda largos años en saber para qué sirve el dinero. Nuestras creencias acerca de ese bien definen, condicionan, empujan algunas de nuestras decisiones importantes y mucho del actuar cotidiano. El problema es que el dinero suele llegar mucho antes que la reflexión en torno a él. Y, conectado a las emociones como suele estar, se vuelve un mono escapando de rama en rama. Si uno se conociera antes, sabría lo que esa sustancia llamada dinero puede incidir en nuestro cerebro.

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