miércoles, 19 de mayo de 2021

El alto costo de ser atractiva

 



La sobreexposición que de su cuerpo hacen jovencitas, con bailes hipersexuados en redes sociales como TikTok es, en nuestra sociedad masculinizada, jugar con fuego. 

No se me mal entienda: defiendo la libertad individual de ser y comportarse cada quien como mejor le plazca; no soy amigo de la censura. Los límites serían las leyes y no chingar gente. Sí promuevo madurar criterios, es decir, ser críticos con los para qué y los cómo. Y eso se alienta principalmente con información de calidad, educación, etcétera.   

Como no tengo más religión que el agnosticismo, que ni es religión pero me gustan las pruebas del ácido para bajar el balón de las hipocresías. Como no tengo un Dios a quién temer ni una iglesia en dónde reclinarme, y porque sé que la maldad existe y los instintos son corrientes radioactivas en la sangre, por esas razones creo de alto riesgo que un sector de la población, vulnerables como las jóvenes entre 14 y 24 años, se expongan con el objetivo de ¿gustar?¿sentirse deseadas?¿erguirse por encima de otras menos agraciadas?¿obtener atención o favores?

A menos que la salida sea el sugarato, que es una forma de prostitución cuyos genes enraízan en el estilo de vida, el comercio informal y la microempresa, —en el sugarato como en muchas relaciones hetero, a la mujer se le ve como un recurso— a menos que ese sea la intención, lo que me parece legítimo siempre que no haya coerción ni violencia, las chicas contribuyen a objetalizar la imagen de la mujer, como si su compañía física, su cuerpo, sea la parte más valiosa de su aportación al mundo, es decir, un recurso

No me escandalizo, ellas muestran lo que tienen para obtener lo que no tienen (los varones también hacen un poco alarde de lo que tienen para acceder, como en el caso de las tribus de primates, a las hembras más deseadas del grupo). No me escandalizo, lo que digo es que eso tiene consecuencias indeseables.

Tiene consecuencias, por ejemplo, que a una mujer que se ha ubicado socialmente gracias a esa faceta por su belleza, se le deseche cuando ya no cumple con esos cánones. No es de sorprender. Más bien es algo parecido con lo que sucede con los boxeadores o futbolistas, que por un pocos años pueden ganar millones y luego solo el recuerdo queda; la diferencia es que ellos ya saben que su vida útil es limitada, y no van a argumentar que son guapos, inteligentes o talentosos si lo cierto es que ya no rinden para lo que antes se les pagaba.

Recientemente la actriz Charlize Theron se mostró extrañada y molesta porque en Hollywood se le invitó a participar en la película Wonder Woman. Su indignación vino cuando le aclararon que no le estaban ofreciendo el papel de la protagonista, sino para que interpretara el papel de la mamá de Wonder Woman

“Este es un gran ejemplo de cómo Hollywood te da una bofetada en la cara cuando empiezas a cumplir años. Alguien se me acercó y me dijo, ‘Oh, hay mucha acción en esta película, Wonder Woman. Queremos que seas consciente de esto.

"(...) Yo les contesté que no estaba muy familiarizada con el personaje… ‘¿Qué hace Wonder Woman?’ Y ahí fue cuando me contestaron: ‘No, es para hacer de madre de Wonder Woman’”. (Aquí la entrevista).  

 Normalizar la hipersexualización (un acto de libertad) está en la puerta de entrada de, ya sea ponerle precio a un cuerpo o bien de alentar comportamientos escindidos, como alimentar el deseo pero castigar la satisfacción de ese deseo (esto da para otra discusión, lo sé, lo sabemos).

Hace años un compa me contaba que en el desaparecido La Fe Music Hall (centro de espectáculos para conciertos y bailes) decenas de policías vigilaban a la raza porque al calor de la música, el ambiente y las chelas, la bronca era inminente, muchos asistentes eran de la clase trabajadora. 

El punto es que cuando ya empezaban los manazos, los empujones, los conatos de bronca, comenzaba el levantadero de gente para las celdas municipales y ya saben: multas. Sin embargo, la venta de cerveza no se detenía. ¿Se capta? Se le echa más fuego al instinto, pero se persigue a quienes se calientan con el incendio. 

El tema del machismo y las masculinidades lo dejamos para otro texto que, lo hago patente aquí, sí viene al caso. 

No a la violencia de género.

#capitalismo



 

5 comentarios:

  1. Muy buen texto para reflexionar bastante. Felicidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, persona desconocida. Agradezco el comentario.

      Eliminar
  2. Gracias por comentar. Si no desean poner su nombre, pueden firmar con seudónimo para identificar luego la misma pluma.

    ResponderEliminar
  3. ¿Cuál alto costo?
    O sea, sí, funciona eso de "ser desechable", pero no es exclusivo de la belleza. Acaso la belleza se capitaliza más en muchos aspectos.
    Creo que debes hablar más claro, sobre todo si pons etiquetas como sugar, o jovencitas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pienso que la belleza es poder. También un arma de doble filo. La belleza física encaja bien en ciertas sociedades de consumo, donde el placer inmediato, la juventud y el acceso mediante la compra, van muy unidas.En otras palabras, la belleza puede ser una moneda de cambio. El detalle es que la belleza de la juventud dura no mucho tiempo.

      Eliminar

Te agradezco el tiempo que te tomas para dejar un comentario. Mi correo es yadivia@hotmail.com