martes, 13 de octubre de 2009

El tiempo

Hace poco caí en la cuenta de dos cosas. Que escribo menos poesía porque me la estoy pasando (emocionalmente) a toda madre, y que por estar pasándomela a toda madre ya casi no escribo poesía. O sea es una cosa pero vista de los dos lados.
La peor de las cuales, la que está dentro, es que la carencia sea uno de los grandes leit motiv para mi escritura. ¿Lamentable o celebrable? otra vez depende de qué lado se vea.

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El sábado nació Diana Salinas; el 20 de julio nació Valentina González; a principios de diciembre nacerá Iker Salinas, y en unos meses más nacerá el pequeño señor Gómez. Los padres de todos ellos están contentos por ser papás por primera vez. Yo quisiera decirles muchas cosas o armarles una fiesta, pero no sé por dónde empezar. Tal vez simplemente se requiere felicitar y celebrar la nueva vida. ¡Salud por los nuevos padres!
Mesero, otra ronda aquí para los señores.

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Estoy tan imbuido en mi vida diaria, en la gente que amo y en mi trabajo que sólo veo mi pequeño círculo. Aunque no sé hasta qué punto se le puede llamar pequeño a ese círculo en el que giran mis niños y la Carmen.
Creo que más bien es un cículo grande ¿no?

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Quiero dividir un día en dos mitades de 12 horas. En una salgo a caminar, y en la otra me la paso hablando con la Carmen. Y luego otro día en tres partes de ocho horas, etc. etc. etc.

4 comentarios:

  1. Siempre se pueden escribir cosas que no sean azotes, aunque si, entiendo que uno escribe más cuando está bajo presión emocional.
    Puedes escribir, no poesía, sino cuentos, o escenas, inspiradas en la vida real, como la de los niños :P
    T.A.

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  2. Nombre, dice Eco, que "cuando carecemos de lo tangible recurrimos al signo, e incluso al signo del signo"

    "...
    y sólo escribe quien carece de todo." José Emilio Pacheco

    Mmmhh, entonces la poesía es carencia.

    Es normal que escribas menos licenciado, pero no es malo.

    Un abrazo -alguien que también está escribiendo menos que antes-

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  3. CGN-AM, Voy a ver qué sale con el tema de los niños.
    TTA.

    Licenciado, yo diría que cuando carecemos de la cerveza carecemos de la certeza, jajajaja, no es cierto.

    Me gusta leerlo, ta chida su poesía.

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  4. suele pasarme lo mismo...

    serà que seguimos al dolor con tanta palabreria que cuando esta ausente no hay mas que decir...
    es que la felicidad la mayoria de las veces nos deja mudos! pero sonrientes

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Te agradezco el tiempo que te tomas para dejar un comentario. Mi correo es yadivia@hotmail.com