Concluyo los primeros cuatro meses del año con 32 aterrizajes acumulados de por vida, 85 horas de vuelo y siete abelardos.
Sí, de momento la pista tijuanera quedó clausurada por mal tiempo. Estoy seguro que la próxima vez que aterrice ahí será una ocasión feliz, como han sido todas las veces que he estado en las nubes.
Por todo lo anterior y de momento, triste uno de los temas de la vida.
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