Un corazón amaestrado es lo que a veces se necesita. Uno que se haga el muertito y después se vaya tras la pelota.
Mi corazón no es tan juguetón, sin embargo. Nada bajo el mar, pero entre rejas sumergidas. Lo mismo vale.
Digamos que ahora lo tengo bajo resguardo, para que no llegue un comando anticardio y me lo levante y luego lo ande buscando en los canales de televisión y las noticias.
Mi corazón está bajo regimen de contrato; es como jugar por temporadas pero siempre y cuando lo convoquen al mundial, si no, no.
Creo que mi corazón está feliz y en buen estado.
qué chido es tenerte en casa mi amor :)
ResponderEliminarAsí todo es más sencillo. Je.
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