miércoles, 10 de febrero de 2016

Fe, razón y necesidad

Durante el Miércoles de Ceniza vi algunas fotos en Facebook y varios "emmanueles" al respecto. Tengo un conocido que regularmente publica imágenes de contenido católico, algo de ello implica cierto razonamiento en el que se enaltece una fe "a prueba de todo".
Pues me quedé pensando en los "razonamientos" sobre la fe, no en el sentido de cuáles razonamientos son "mejores" que otros, sino en su inutilidad.
La verdad no creo que haya creyentes católicos que cambien o renuncien a su iglesia por el hecho de que un evangélico o un ateo o un agnóstico les diga que "adoran imágenes", ni porque se diga cualquier cantidad de oscuros pasajes de miembros de esta iglesia. Eso, en la era de las redes sociales, no creo que pase, y si sucede, no es gracias a la información que reciba.
Tampoco creo que un mormón abandone su fe porque le argumenten que la iglesia mormona surgió a raíz de las revelaciones del profeta Moroni aparecido a José Smith en forma de ángel en 1823, "por lo tanto", esa raíz tan cuestionable echa por tierra su culto del próximo domingo, entonces no va. Tampoco eso pasa.
La gente cree debido a que la fe religiosa responde a una necesidad existencial perfectamente comprensible y legítima, reforzada por el alivio y tranquilidad que nos proporciona pertenecer y estar unidos a personas que nos formaron, y que con su amor nos transmitieron además sus mismas creencias religiosas —y reconozco que puede haber mucha belleza en ese acto—, claro, que nosotros aceptamos todo el combo y todos felices y contentos con ello.
¿Entonces?
Entonces no caben muchas "razones", cabe el conocimiento vivencial de la fe, experimentado en carne propia, cabe la personalidad de cada uno, caben las búsquedas personales, y el hambre o conformidad ante la cual una fe puede orientar, o no puede hacerlo, el barco en el mar de nuestra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco el tiempo que te tomas para dejar un comentario. Mi correo es yadivia@hotmail.com