Preguntas de la vida

De vez en cuando personas me cuentan algunas de sus cosas, y de vez en cuando mi comentario va en forma de pregunta. Me llama mucho la atención cuando la persona me responde "no había pensado en eso" o " nunca me había preguntado eso".

Cuando era muy chamaco, la que en aquellos años fue mi mejor amiga me advirtió que no a todo el mundo le agrada que la hagan pensar. ¿Habrá realmente personas a quienes les desagrade ponerse a pensar? Con los años vi que sí. Por eso también he luchado por no andar de preguntón... a menos que me cuenten.

Hoy en la mañana me vino la idea que pensar es como un viaje, nomás que mucho más barato. Y claro, es muy diferente ponerse a pensar en la inmortalidad del cangrejo que en asuntos que tienen que ver con la forma en que estamos conduciendo nuestra vida, o en lo que nos han dejado personas importantes.

A mí me gusta pensar. No soy un profesional ni de lejos, como dijo de sí misma Ikram Antaki (la vi en un video).

Y me gusta comenzar a pensar con una pregunta, porque reconozco las preguntas cuando son muy interesantes. O me gustan las charlas en las que se cuentan anécdotas, porque me estoy imaginando a todos los personajes.

Sí, pensar es como viajar, o como leer.