miércoles, 2 de diciembre de 2009

A todos nos llega

No, más bien dicho no a todos. Unos cumplen 50 años, 0 70 y nada. Me refiero a esa toma de conciencia que en mujeres sería algo así como situar bien sus búsquedas y estar en buenos términos con ellas, y en hombres algo que en más de un sentido podemos abreviar como "sentar cabeza".
Unos y otras damos palos de ciego, incluso llegamos a hacer un desmadre de nuestra casa, y llamo casa a aquello que nos contiene, llamámense relaciones, cuerpo, mente, etc.
Depredadores de energías ajenas muchos, tarde o nunca nos damos cuenta del desmadrito que armamos.
Los últimos años me la he pasado leyendo sobre hombres, masculinidad etc. Por curiosidad y porque el tema me interesa. Ahí me reconozco y ahora sé muy bien mis puntos débiles. Hay una parte, un capítulo de un libro, ahí se hablan de las "Estrategias masculinas". Todo eso lo traduzco en la dupla trasgresión-impunidad.
Es decir, transgredir sin que nos pesquen. Traspasar los límites sin que nadie pueda decir que faltamos, engañamos, delinquimos, pero al final de cuentas salirnos con la nuestra. Por ejemplo, tener más de una pareja sin que se enteren, estafar emocionalmente, chantajear sutilmente. Hay un dicho que dice "el que no llora no mama". Bueno, pues muchas veces somos así.
Y encima, lo he visto mucho, el verbo bravuconear lo conjugamos muy bien. Por eso nos va como nos va.
Hace cosa de un mes, en un viaje con unos compañeros, todos ellos artistas, poetas, músicos, la plática recayó en quién se había había acostado con la mujer más famosa, sí, como si fuera un concurso. Ganó uno que dijo haber tenído un romance con Tania Libertad, la cantante, y fue como si les hubiera matado el gallo a todos. Yo observaba, escuchaba, veía los rostros. ¿Qué nos mueve a revelar esas cosas? La mujer trofeo. Dice Fernando Savater que el cincuenta por ciento del viaje es el recorrido, y el otro cincuenta es regresar a contar en dónde estuvimos ¿Será por eso que muchos hombres ven mujeres ahí donde ellas ven una relación? Dicen ellas "mi relación".
No digo que sentar cabeza y estar en paz con uno mismo sea la llave de nuestros problemas con el mundo, no, pero sí que nos da la tranquilidad para seguir hacia aquello que nos parece nuestro norte verdadero, algo que nos guía y que no cambia de la noche a la mañana.
Yo me cuido de no tropezar a pesar de que tengo un ojo en el suelo y el otro allá muy alto en la nube. Y no quiero que cambie aunque me dé estrabismo.

2 comentarios:

  1. En mi humilde opinión, creo que el encontrarnos con nuestra propia paz, pero en el grado verdadero, no sólo en buscar la tranqulidad, sino realmente encontrar nuestro propio epicentro y que de ahí nada ni nadie nos mueva, es algo que pocas veces se logra en la vida, y dichosos son quienes lo encuentran y los que no, se han propuesto una tarea difícil, aunque sin duda creo que ese podría ser un buen camino.

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  2. Sí, bien dicho. Me gustó eso de encontrar nuestro propio epicentro. Besitos.

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