jueves, 16 de julio de 2015

Los años de nacimiento

Creo que muchos de nosotros asociamos a cada persona con algo más, ya sea a sus padres, la ciudad en donde nacieron, las experiencias que nos unieron, la labor que desempeñan en la sociedad, etcétera.

Dentro de mi conciencia del tiempo me queda claro el límite temporal de cada quien: somos finitos. Una persona ahora está y mañana ya no. Quizá en 100 años habrá muerto la última persona que nos conoció en persona y ni siquiera eso quedará, ni siquiera nuestro recuerdo en la memoria de otro.

En mi conciencia del tiempo cada uno tiene un final indeterminado, no sabemos cuánto terminará nuestra vida. Lo que sí sabemos es cuándo comenzó.

Soy una persona de ciertas manías, no sé, como se les quiera llamar. Y en mi cabeza es bastante común que tenga un apartado en donde están las personas que me importan en el mundo, y atado a ellos, su fecha de nacimiento, principalmente el año.

El año en el que nació cada persona que conozco es como su segundo apellido (y vaya que suelo registrar los segundos apellidos).

Esto me ha llevado,a ordenar por generaciones a grupos de personas. Por ejemplo, escritores nacidos en Nuevo León en los años setenta. A todos los que conozco los ubico por año, no por libros publicados ni por calidad de su obra, ni por su género, por su año, a muchos incluso sé el día de su nacimiento (sólo los más cercanos o más queridos).

Para mí las fechas de nacimiento son de esas manías que no me he podido zafar a través de los años. Tampoco he querido hacerlo, hay qie decir.


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